La octava edición de Warhammer 40k ya lleva casi dos años con nosotros. ¡Parece que fue ayer! Por suerte, todo apunta a que ha venido para quedarse.
Y digo «por suerte» porque, con sus luces y sombras, creo que ha hecho que Warhammer 40k esté viviendo un momento magnífico. ¿Es la mejor edición de todas? Para gustos los colores, pero creo que es innegable que el hobby está en buenísima forma.
Una vez han salido todos los códex principales y algunas novedades importantísimas (como la renovación de Abaddon), creo que es un buen momento para hacer balance de todo lo que tenemos entre manos.
O dicho de otro modo: que me encanta hablar del tema, y que ya toca un artículo de opinión al respecto. Antes de empezar, en cualquier caso, ya sabéis lo que mi amigo Byor dice de las opiniones…

Las facciones
Imperio
Empezaré hablando, como no podía ser de otra forma, de mis queridos marines espaciales. Lo he dicho en más ocasiones, y lo repito: nos gustará más o menos, pero los marines son la franquicia principal del juego. Marcan el trasfondo principal y en cierto modo las reglas, ya que son los que tienen más jugadores.
El caso es que los marines espaciales, creo, se encuentran en un momento de transición. La llegada de los primaris ha supuesto un reescalado pero, sobre todo, una forma distinta de verlos. La intención evidente de Games Workshop es relegar al olvido a los marines clásicos, en beneficio de todas las novedades. Esto no tiene por qué ser malo: lógicamente a los coleccionistas y jugadores veteranos nos hacen la puñeta, porque nuestras viejas miniaturas cada vez se van a ver menos en las mesas; pero la realidad es que las nuevas minis son mejores en general, da gusto verlas.
A nivel de reglas, sin embargo, este momento de transición es complicado. La convivencia entre marines achaparrados y primaris es difícil, siendo los primeros necesarios todavía ante la carencia de unidades de los segundos que cubran las mismas funciones. Por ejemplo, los intercesores han sustituido claramente a los tácticos, pero todavía no hay motos primaris, ni vehículos, ni unidades especializadas en asalto. Y tal vez no los haya nunca, ya que los primaris vienen con una filosofía de juego un poco distinta, con unidades que podríamos llamar híbridas, siendo tal vez el mejor exponente los nuevos supresores.
Por suerte, las novedades están llegando a un buen ritmo. Con la tontería ya tenemos unas cuantas unidades de primaris nuevas, y estoy seguro de que faltan muchas por llegar, además de la primarización de las más icónicas de cada capítulo, incluyendo personajes.
Conclusión: creo que a los marines aún les queda un buen set de unidades por llegar antes de haber completado esta transición. Habrá que valorar cómo quedan entonces, y no me extrañaría que eso suponga un nuevo códex actualizado ya, eso sí, sin los achaparrados. Veremos.
Pero los marines leales están englobados en la megafacción que es el Imperio. Y aquí toca hablar de las famosas sopas, que en mi opinión, son el gran problema de la octava edición (en realidad, de todas).
Lo comentaba Steven Pardo durante el último podcast de La Voz de Horus dedicado al Gt de Gibraltar: lo bonito del juego es sacarle jugo a las facciones, con sus luces y sombras. Lo malo de las sopas es que eliminas las sombras, y te quedas con lo mejor de cada casa.
Así tenemos al astra militarum como principal proveedor de Puntos de Mando y de infantería barata, junto a una serie de excepcionales vehículos sin línea de visión. A los custodes, en particular a los capitanes escudo en moto, como personajes durísimos apantallados tras los guardias. Al mechanicum, con líneas de disparo potentísimas. A los asesinos, que van a ser el complemento perfecto en cualquier lista. Y sobre todo a los Caballeros Imperiales, que se benefician de las sinergias con todos ellos. Habrá que ver qué aportan las Hermanas de Batalla cuando tengan su códex definitivo.
Por separado, todas son facciones que funcionan, sin más, con sus luces y sombras (como todas). La única que ha recibido novedades en esta octava edición es la de Caballeros Imperiales, siendo la llegada del castellan lo más parecido a la entrada de un elefante en una tienda de porcelanas chinas. Ojalá no hubiese llegado nunca.
Hay dos personajes que brillan por encima del resto. Uno es Guilliman, el protagonista indiscutible (entre los «buenos») de esta edición. Llegó con el final de séptima, pero su llegada predecía la octava. En los primeros compases se le veía en muchísimas mesas, y llama la atención que ya casi no se le vea. ¿Por qué? ¿Es ahora peor? No lo creo, pero es curioso que, aunque da bonos a todas las unidades imperiales, siendo por tanto una unidad que debería poder combar con cualquier ejército, en realidad ha perdido eficacia con las sopas. Su función se ve cubierta con creces con por otras unidades.
El otro es Belisarius Cawl, al menos en lo que a trasfondo se refiere (para mí el mvp de la edición: sin Cawl no hay Guilliman, no hay primaris, no hay plasmas que no sobrecalientan… no hay nada). En reglas no es demasiado temible, pero sí muy efectivo: su aura de repetición de todo es fundamental en un ejército de disparo, sobre todo para potenciar a los robots, tan eficaces. Con los nuevos destacamentos, a Cawl se le empieza a ver mucho en las mesas.
No quiero olvidarme de los Caballeros Grises, pero es que no sé muy bien qué decir de ellos, la verdad. Se han quedado fuera del periodo de transición de los marines, y con ello, por desgracia, muy descolgados de las novedades. Ojalá pudiese decir que es cuestión de tiempo que Games Workshop les dé algo de cariño, pero es que… tengo muchas dudas al respecto.
Caos
Games Workshop dijo que el gran enemigo del Imperio en octava edición era el Caos, y lo ha demostrado. Ésta es la mega-facción que más novedades ha traído, no en vano es la única que tiene dos primarcas (en la práctica tres, porque Abaddon no tiene nada que envidiar a Guilliman).
La Guardia de la Muerte fue en los comienzos la facción estrella, tanto por novedades (minis espectaculares y reglas muy buenas) como por ser una de las dos facciones de la caja de inicio. Mortarion era, y sigue siendo, un miniaturón que resulta muy rentable. Las sucesivas novedades han hecho que la GM deje de ser top, pero sigue siendo una de las subfacciones más resistentes del juego.
Los Mil Hijos también han recibido su correspondiente dosis de cariño. Magnus, Ahriman y los tzaangors brillan y son habituales en muchas listas caóticas.
Pero sin duda los que están partiendo la pana a día de hoy son los Marines del Caos, con Abaddon y el Lord Discordante a la cabeza. El primero no trae grandes novedades en reglas, era bueno antes (pero difícil de usar) y es un poco mejor ahora (pero sigue siendo difícil); sin embargo a nivel de trasfondo se consolida como el líder de «los malos», con una miniatura que le hace honor y que le pone a la altura de su contrapartida imperial (Guilliman). El segundo, también un miniaturón, encabeza el refresco de los ingenios demoníacos, que adquieren un protagonismo que habían perdido por tener unas reglas tirando a malas. Sin duda, la llegada de la segunda parte de Vigilus ha supuesto un soplo de aire fresco para esta facción.
Los Demonios del Caos son el pegamento que une a la sopa caótica. Aunque se pueden usar por separado, como todos, tal vez sean el nexo real entre las facciones caóticas, con sinergias muy interesantes con todas ellas. Las invocaciones demoníacas, que estaban desde los comienzos de la edición pero no se jugaban por ser muy ineficaces, adquieren una nueva utilidad gracias a las nuevas reglas post-Vigilus.
Tal vez los únicos que se quedan un poco atrás son los Caballeros Renegados, sobre todo por comparación con sus homólogos leales, cuya capa de reglas extra y sinergias con otras facciones (en particular el mechanicus) los hace superiores. No obstante, mi apuesta personal es que está al caer la llegada de una subfacción nueva: el mechanicus oscuro.
Xenos
Lo siento por los jugadores de facciones xenos, pero la realidad es que Games Workshop no os está dando el mismo cariño. Escasas novedades en forma de miniatura, y escaso protagonismo en el trasfondo, copado por el Imperio y el Caos. No obstante, creo que a nivel de experiencia de juego los jugadores de xenos sean, probablemente, los que más tienen que ganar. A ver si me explico.
Las diferentes facciones han salido con un suficiente nivel de detalle y de equilibrio en octava edición, como para poder jugar de distintas formas aprovechando todas las ventajas de las subfacciones. Esto hace que jugar monocódex con las facciones xenos sea perfectamente posible (desde un punto de vista competitivo, se entiende) y muy satisfactorio.
Tal vez con la excepción de los aeldari, que tienen una familia bastante grande entre Mundos Astronave, Arlequines y Drukharis, con el nexo de los Ynnari, cuyo minicódex, por cierto, está a punto de salir. Los orejas picudas tienen algunas de las mejores reglas, empezando por los famosos Alaitoc con sus negativos a ser disparados (sus cazas pueden llegar a tener un -3). Los Drukharis, de hecho, tienen una de las facciones top del juego, pudiendo jugar con monocódex sin ningún problema, además de la famosa estratagema-anti-estratagemas, que es cara pero definitiva.
Los T’au son, probablemente, la facción xeno más fuerte del juego, y me atrevería a decir que me sobra la palabra «xeno» en esa afirmación. Jugar al disparo es, a día de hoy, mucho más sencillo que jugar al asalto, y en eso los T’au son los reyes, con movilidad y muchos combos letales.
Los orkos, en mi opinión, también tienen un códex top, siendo uno de los xenos que más novedades han tenido con los nuevos buggies. Me llama mucho la atención que no tengan una mayor presencia en torneos, porque realmente creo que sí son muy competitivos. Para mí, la octava edición es la de las hordas, y en eso los orkos destacan especialmente, teniendo mecánicas para asaltar desde turno 1 con grandes pelotas (de minis). En cualquier caso, sí han retomado un poco el protagonismo que habían perdido.
Los tiránidos no están mal, en mi opinión, pero curiosamente creo que sí han quedado un paso por detrás de sus «becarios»: los cultos genestealers, que han venido con muchas novedades y tienen reglas que los hacen muy correosos. Me sorprende que no tengan más presencia en mesas, aunque su llegada es un poco reciente, estoy seguro de que se les verá más poco a poco en el futuro.
Por último, los necrones parecen los grandes damnificados. Parecen. De alguna forma se han llevado la etiqueta de ser los pupas de esta edición, junto a Caballeros Grises. Nada más lejos de la realidad: mi experiencia dice que son muy duros, tienen mucha pegada, muchas formas interesantes de jugar. En torneo les he visto más partidas ganadas que perdidas. En trasfondo, es cierto que están un poco descuidados, aunque fueron los protagonistas (junto al mechanicus) de uno de los primeros suplementos de la edición.

El meta – No hay rival pequeño
Warhammer 40k no es un juego equilibrado, nunca lo ha sido y nunca lo será. En realidad, no se me ocurre ningún juego que sea 100% equilibrado, ni siquiera el ajedrez lo es.
Así que es inevitable que haya facciones que tienen más probabilidad de ganar que otras, y de ahí sale el meta: siglas de Most Efficient tactic Available, o sea, lo que mejor funciona.
El meta va cambiando según van saliendo las novedades. Y últimamente ha habido tantas que es difícil establecerlo. No obstante, sí hay algunas listas que se repiten hasta la saciedad, y ahí van a seguir salvo que cambie mucho la cosa: los castellan en sopa imperial (para poder tener pantallas y Puntos de Mando suficientes); los talos y grotescos de los Drukhari; los Alaitoc ya mencionados antes; el llamado «Magnarion» apoyado por tzaangors, Caballeros Renegados o, más recientemente, ingenios demoníacos… Pero no voy a profundizar en el meta, porque como he dicho, éste va a ir cambiando.
Lo que sí quiero comentar es que, por primera vez, creo que no hay rival pequeño. Creo que todas las facciones tienen sus herramientas para competir de tú a tú con cualquier otra, todas pueden hacer listas cañeras y, por lo menos, dar guerra. A esto ayuda mucho las misiones y pequeñas modificaciones que han ido saliendo, como la «nueva» mecánica de despliegue alterno o el descarte de varias cartas de objetivo en las nuevas misiones de vórtice.
Las malditas sopas, inevitablemente, rompen un poco esta tónica por lo que dije antes: minimizas debilidades y potencias fortalezas de cada facción. No obstante, quiero animar a todo el mundo, porque creo que el juego nunca ha estado tan poco desequilibrado, nunca ha pesado tanto el conocimiento y buen hacer de los jugadores, y tan poco el llamado pay-to-win, referido a las miniaturas que te ganan solas una batalla. Incluso los excesivamente poderosos castellan tienen sus puntos débiles y no son, en absoluto, invencibles.
Esperemos que esto dure, porque es lo que hace que el juego sea divertido.
El trasfondo
Claroscuros para esta edición, en lo que se refiere al trasfondo. La cosa empezó «bien», desde el punto de vista de que se daba un paso de gigante muy esperado en los últimos años. La caída de Cadia, la cicatrix maledictum y el regreso del primarca, acompañado de los nuevos primaris, como últimos coletazos (los de Abaddon) de la séptima y primeros de la octava.
Además, de alguna forma todas las facciones han pasado por algún evento más o menos notable, que ha puesto a prueba a sus vips y ha cambiado, de alguna forma, el estado general. Quien más y quien menos, todos han sido afectados por la cicatrix.
Como colofón, el juego Blackstone fortress ha traído una nueva fortaleza negra, ha recuperado algunas glorias del pasado (como los aclamados squats), nuevas miniaturas, y en definitiva, nuevos escenarios, personajes y amenazas.
¿Y qué ha pasado? Pues lo que tenía que pasar: que una vez echas a correr, o sigues corriendo o tienes que bajar el ritmo, pero no puedes dar violentos giros porque tropiezas y te caes. Quiero decir que era imposible… no, imposible no, pero sí muy complicado mantener el ritmo de novedades trasfondísticas. Éstas tienen que acompañar a novedades en forma de miniaturas y reglas, claro. Y realmente poco más se podía hacer para mantener el aluvión de novedades.
Pero lo que tampoco es normal es que se inventen en Vigilus un nuevo Cadia. Otro equilibrio inestable en el que todo el mundo se pega pero, realmente, no pasa nada. Con Vigilus, en mi opinión, se han dado una gran leche. Era la ocasión de cambiar un poco la película, que no sea siempre el Imperio defendiéndose de sus enemigos con los xenos «molestando». Que muera algún personaje importante (muchos sabéis de quién hablo), que tampoco pasa nada (ahí tenemos al capitán Tycho de los AS muerto desde hace muchísimo, y todavía con reglas en el códex); y si no muere, que cambie su estatus.
Se me ocurren infinidad de nuevas tramas importantes: un tiránido megapoderoso con nombre propio que viene para quedarse; por supuesto, la llegada (o al menos la aproximación) de más primarcas; darle más bombo al tema de las piedras negras; la revelación de algún secreto relevante (algo del Sanguinor, de Celestine, del Emperador…); qué sé yo, algo distinto de lo habitual.
No es que la cosa vaya mal, el ritmo de novelas nuevas es muy alto y tienen cierta calidad (La devastación de Baal es un novelón, por ejemplo). Y la salida de las distintas novedades sí traen en mayor o menor medida avances de trasfondo. Pero no sé, lo no ocurrido en Vigilus me ha despertado las alarmas. Espero que rectifiquen el rumbo.

Las miniaturas
Este artículo va a ser muy largo, y lo siento, pero no quiero dejar pasar la oportunidad de comentar, una vez más, la tremenda calidad de las miniaturas. La octava nos ha traído verdaderas obras de arte, como Mortarion, Cawl, Abaddon, el Lord discordante, o el propio Guilliman. Las minis «menos importantes» también son magníficas, no sabría decir casi ninguna miniatura nueva que me parezca mala.
Esto es importante. El hobby entra por los ojos, y si las minis no son buenas, o no mantienen el nivel, adiós.
A esto hay que sumar, por supuesto, la llegada de Warhammer Conquest, que ha ayudado a muchos a inciarse en el hobby (y a muchos otros nos ha ayudado a completar la colección). Ojalá tuviesen más iniciativas similares, pero con otras facciones. Todo un acierto por parte de Games Workshop.
Kill Team, haciendo cantera
Pero si hablamos de aciertos, el gran acierto ha sido Kill Team. Es el mismo juego, pero a una escala más pequeña. Perfecto para iniciarse, o para jugar pachangas, algo muy necesario cuando escasea el tiempo o las miniaturas.
Intentos anteriores habían fracasado. Creo que el éxito de Kill Team ha sido no reinventar nada, sino simplemente ajustar la escala de lo que ya funciona. Con las ventajas de jugar con menos miniaturas: a menos minis, menos complejidad. Warhammer 40k es un juego muy complejo, con una base de reglas sólidas pero una enorme capa de reglas que a veces puede aturdir. Kill Team es el hermano pequeño de Warhammer 40k, eliminando esa capa de reglas (para bien y para mal) pero teniendo la suya propia, en una escala mucho menor, más sencilla y jugable.
Creo que igual que la octava edición, Kill Team ha venido para quedarse. Y eso son buenas noticias.
La comunidad
Este artículo no estaría completo sin hablar de lo que ha cambiado la comunidad. Hay más gente jugando, se ha recuperado a viejos jugadores que lo habían dejado, y se está animando a muchos nuevos. El espectro de jugadores se ha ampliado. Las tiendas están a rebosar, cada vez hay más torneos, y los que había, crecen (atención al de Talavera de este año, que ya hemos dicho que va a ser algo grandioso; sé de buena tinta que los chicos de El Cobrador están dándolo todo, así que sólo podemos esperar algo bueno de ellos).
La comunidad de jugadores Y de amantes del hobby en general ha crecido. No sé vosotros pero yo conozco mucha más gente ahora que antes de la octava edición. Cierto es que me he movido más, he asistido a más eventos, pero también creo que hay más movimiento a mi alrededor, en general; más interés, y sobre todo más buen rollo.
El ambiente, en general, es muy sano. Surgen nuevos canales de Youtube (los espectaculares informes de Deep Games, los vídeos de hobby de Tank Girl, el salseo de Málaga Wargames, las entrevistas de Pinceladas de plata…), podcasts, blogs… La cruzada hispánicus de los chicos de Wikihammer ha sido todo un acontecimiento para los jugadores hispanohablantes. En fin, ¡que no pare la fiesta!

¿El futuro de Warhammer 40k?
Toca especular.
Lo primero que hay que decir es que Warhammer 40k es un juego vivo. Siempre habrá novedades, Games Workshop vive de ello. La única forma de vender más miniaturas es… vender nuevas miniaturas. El reto, por tanto, es mantener el nivel. El nivel de equilibrio (en la medida de lo posible), la coherencia de trasfondo, y sobre todo la «molonidad» de las novedades. Porque si me sacas algo que no mola, no te lo voy a comprar.
Así que, que nadie espere que esto se va a quedar estancado. Con mayor o menor ritmo según las facciones, pero seguro que va a haber novedades para todos.
Para los caóticos, no creo que haya muchas novedades a corto – medio plazo, bastante han recibido últimamente. Como mucho habrá algo dedicado algún dios (¿Slaanesh?), que será también novedad para Age of Sigmar… y poco más.
Para los imperiales, obviamente la gran novedad va a ser el códex de Hermanas de batalla. Las primeras minis que hemos visto son bestiales, y en cuanto a reglas, estoy convencido de que van a escuchar el feedback recibido tras el códex beta, y que ajustarán lo que corresponda. La segunda gran novedad, creo, va a ser la primarización de personajes icónicos astartes, así como algunas de las unidades más icónicas… y probablemente vehículos; todo esto siguiendo con la teoría expuesta antes de que los marines estén en un momento de transición.
¿Y el astra militarum? Yo no creo que vaya a haber nada nuevo a corto plazo. Tal vez el año que viene vengan novedades, pero apostaría más por el mechanicum, que en el fondo está algo cojo en cuanto a unidades.
En cuanto a los xenos, la verdad es que no sé muy bien qué esperar. La facción que está pidiendo novedades o, por lo menos, actualizaciones de lo que ya hay, son los aeldari. Veremos si el minicódex Ynnari viene con alguna novedad en forma de miniatura, pero más bien esperaría un set de novedades grandes con alguna futura expansión. Y después apostaría por los T’au, que hace tiempo que no reciben nada nuevo. Los cultos genestealers, orkos y necrones, por ese orden, han tenido más o menos novedades recientes, así que no es lógico esperar nada a corto plazo. Y los tiránidos… pues no lo sé, pero tengo la sensación de que Games Workshop no sabe cómo ampliarlos, y las minis no necesitan una renovación, así que sospecho que van a ser los grandes olvidados, sobre todo pensando en que sus primos de los cultos sí están recibiendo cariño; ojalá me equivoque.
Conclusión
Me apetecía hablar un poco de cómo veo el hobby a día de hoy, espero que no se os haya hecho pesado.
La conclusión es la que decía al principio: en líneas generales, es un momento fantástico para este juego. Hay errores, por supuesto, y muchas cosas a mejorar, pero la línea general es excelente. Warhammer 40k mola cada día más (a mí por lo menos); toca disfrutarlo.
Os animo, más que nunca, a que dejéis vuestras opiniones en los comentarios. Lo que mola es debatir al respecto, así que… sois bienvenidos a hacerlo.
Y recuerda…
- Si estás empezando a jugar a WH40k, tienes a tu disposición este artículo, así como la Guía de juego en la Biblioteca, que podrás descargarte completamente gratis si te suscribes a la Newsletter.
- Y ya tienes a tu disposición las Guías de Juego de Warhammer 40k. Incluyendo la última: Astra Militarum. ¡Échales un vistazo!
El artículo está increíble, me he entretenido bastante. ¿Tienes alguno más actual? Porque ha cambiado el meta y el reglamento, pero todo sigue un poco igual. Un saludo!
Hola. Pues no, de este estilo creo que no tengo ninguno más, efectivamente todo sigue un poco igual. La pandemia ha hecho lo suyo, la novena edición es aún mejor y, como dices, el meta ha cambiado (de eso sí he escrito hace nada). Pero más o menos es todo lo mismo.
resumen, vigilus nuevo cadia en cuanto a trasfondo, y en novedades, los xenos los grandes olvidados,
Perdona, que acabo de ver tu comentario.
El caso es que Vigilus fue la excusa para sacar dos actualizaciones, pero no parece que vaya a tener mucha más relevancia de momento. Y sí, los xenos en general son los grandes olvidados, aunque con el Psychic Awakening eso parece haber empezado a cambiar, de momento ya ha habido un buen empujón a los aeldari.
A ver yo creo que llevaban una buena direccion aunque con errores gordos como los iks y evidentemente las sopicas pa los nenes. Pero con lo de Vigilus la han cagado a mas no poder chetando aun mas esas sopas que ya eran lo mas fuerte del meta. Estamos de acuerdo en que nunca ha sido un juego equilibrado pero macho, si potenciamos lo mas fuerte y nos olvidamos de los peores que quieres que te diga, pues mal MUY MAL OÑO!!!
El problema es lo que dices: no han actualizado a todo el mundo, en particular a los que están más flojos. Esta misma tarde se supone que van a hacer un anuncio y hay señales de que puede estar relacionado con los necrones, así que a ver si poco a poco van corrigiendo el rumbo.
En cualquier caso los IKs ya no son lo que eran tras la última big faq y las últimas novedades, así que sigo pensando que por lo menos van en la buena dirección. Ya veremos qué nos trae el futuro.
Veremos, de todas formas es facil eliminar las sopas o buscar un equilibrio. Juegas monocodex pues 3 cp de regalo, monofaccion pues 5, juegas sopetas pues hala 5 menos y arreglado, lo que ganas por un lado lo pierdes por otro y asi cumplirian esa promesa que nunca cumplieron de premiar a los que jugasen mas monoejercitos en fin hay cientos de maneras que no son chetarlo todo hasta el vomito
Es que hablabamos de que jugar ynnaris era autoplay o iks , pues ahora el caos con los demonios de slanesh el vigilus las plegarias etc y el lord condon es bastante autoplay, tampoco quiero unos necrones autoplay en fin
Muy buen repaso Brottor.
El avance de trasfondo mola, que vivimos un gran momento, de hecho, es lo que me hizo desempolvar mis minis y volver.
En cuanto Vigilus… espero que la pelota acabe cayendo en manos de alguien, basta de empates y guerra en la que nadie muere.
WH40K se tiene que «juego tronizar». Que muera gente con nombre y apellidos, que parece el Equipo A o un comic de Mortadelo y Filemon, que nadie muere nunca.
Y por otro lado, y me temo que la respuesta es no… ¿Hay alguna manera de hacer que Lemartes llegue al combate cuerpo a cuerpo cuando baja por DR con la compañía?
Con la compañía uso descenso de los ángeles y estos llegan, pero Lemartes usa sus 2ds y ni repitiendo, se me queda mas tirado que una colilla
Pues la respuesta es un rotundo SÍ: con el rasgo de SdlG Señor de la Vanguardia, que viene de la mano de los nuevos Vanguardia (échale un ojo al artículo correspondiente) y que da un +1 a la carga a 6″. Con esto, Lemartes necesita un 8 (42%), y si no lo saca, puede repetir los dos dados gratis (gracias a su habilidad) o repetir sólo 1 si tienes guardado 1 PM; así que las probabilidades de que salga la tirada son muy altas.
Lemartes + Death company + teniente Vanguardia con SdlG todos en DR, ¿no?
La verdad es que el teniente vanguardia no me lo planteaba, más bien pensaba en un bibliotecario phobos infiltrado, así en turno 1 ya está dando por saco. Pero bien mirado, el teniente vanguardia le da a la CM el repetir 1s para herir, que es justo lo que necesitan, y te aseguras de que esté donde quieres, así que sí me parece buena idea después de todo.
Muy buen repaso al estado actual de las cosas. El hobby, y la compañía que vende el producto, están en su mejor momento en décadas, y hay una par de estrategias que les permitirán mantener el ritmo.
Deben seguir avanzando en el trasfondo y la cronología, nada les ha dado tantos adeptos como los tremendos eventos de Gathering Storm y las novelas ambientadas tras la Cruzada Indomitus. Hay que restringir los bombazos como la aparición de Primarcas, pero la reciente no-conclusión de Vigilus ha sido un frenazo muy descorazonador y una vuelta a los viejos vicios de malos escritores.
No están aprovechando las campañas, en mi opinión, para convertirlas en eventos internacionales a la antigua usanza. Armaggedon, Vigilus, Baal… son zonas de guerra que podrían traer pequeños avances de trasfondo, reglas nuevas y renovación de ejércitos.
Dejaron pasar la oportunidad de convertir a los Orkos en la siguiente Guardia de la Muerte, centrando los lanzamientos en ellos durante un par de meses, con más miniaturas nuevas y renovadas y con los Gretchin como las nuevas nurgletes.
En resumen, seguir haciendo lo que funciona y no descuidar tanto a ciertas facciones como está pasando con los tiránidos y los necrones.
Los T’au también tendrían que tener un empujón de trasfondo, ahora que coquetean con la disformidad. ¿No?
No estoy muy seguro. Si siguen por el mismo camino con el cambio de actitud de los T’au, pronto no serán diferentes del Imperium.
«Se me ocurren infinidad de nuevas tramas importantes». A mi se me ocurre solo una, y que ya va tocando: la vuelta del LEÓN. Eso es lo siguiente que tiene que pasar en el trasfondo de 40K, 10 milenios de siesta creo que ya son suficientes.
La bella durmiente, a ver quién viene a darle un besito de amor verdadero para que despierte… Pues mira, ya sé que la coña está muy manida, pero me encantaría que volviese caotizado, nuevo primarca demonio. Y que los AO sigan divididos: los caídos (con un buen puñado de inevitables refuerzos) del lado de su primarca, y los leales pasándolas putas para hacerle frente a la situación. Eso es lo que yo haría si fuese guionista de GW.
Pero no lo soy, así que todos tranquilos.
Pues si, menos mal que no eres guionista de GW, sino me dejo los AO y me paso a otro capitulo.
Bueno brottor, soy jonatan, ya hemos hablao de angeles unos ratos…
Estoy de acuerdo, las sopas imperiales son una putada, pero para competir los astartes solos estan jodidos.
Desde mi opinion hacer una sopa fuera de lo habitual y que funcione tiene el mismo merito que jugar monocodex, evidentemente siempre que no sean los 150 guardias, 3 motos y 3 thor.
En parte esto es culpa de los torneos y eso que se sortean los premios ….
Mira gibraltar monocodex, habra sido una delicia, por supuesto que hay facciones mejores que otra pero hay cabida para que todos compitan, vease un sangriento tercero aunque la lista para mi no caracterizaba a su faccion.
El caso esta en lo que se permita, si vas a torneos en los que se pongan a monocodex se veran mejores jugadores haciendole sangre a sus codex y asi seria cojonudo, pero quien soy yo para meterme en como se organice nada.
El caso es que yo llevo angeles sangrientos y lo primero que me dicen es que son malos, que meta astra y tres thor, cosa que me dejo muerto.
Llevo un año jugandolos a tope aunque reconozco que tambien hago sopas , y cada victoria con angeles me gusta mas, aunque debo admitir que todas mis sopas van con angeles.
El caso de todo esto es divertirse hagas lo que hagas y ser un poco original en tu creacion, vi listas del adepticom,gts, etc y son todas calcos tio que triste.
Ahora ando probando termis-run-phobos y me lo estoy pasando pipa viendolos mover decentemente.
¡Mas torneos monocodex ya!
Sangrientos con tres thor y 100 guardias…mis cojines jajajja
Exacto, me quedo con esa frase: «hay que divertirse hagas lo que hagas». Yo no creo que la «culpa» de las sopas sea de los torneos, más bien es del planteamiento de GW. La solución, ya la hemos dado, es muy simple: mejorar la gestión de los Puntos de Mando.
Genial artículo Brottor. Estoy muy de acuerdo con lo que dices. Aunque lo reconozco, soy jugador de sopa imperial (jugaba monocodex marine pero mis motos cicatrices no están en su mejor momento). Si es cierto que el Castellan es una miniatura devastadora, y que los IKs acompañado por guardia o mechanicus ganan mucho. Sin embargo, también tienen sus puntos débiles, tal como comentas, el competitivo está muy abierto.
Mi apuesta para el futuro. Nuevas minis de marines primaris con un codex dedicado para ellos. Las hermanas de batalla, inquisición y luego algún xeno (tras la salida de los Ynnari).
Saludos!
Yo creo que las novedades xenos deberían llegar antes, que están muy descuidados. El de Hermanas es un seguro en unos pocos meses, pero… ¡no sabemos que vendrá después!
Genial artículo brottor, sobre el competitivo yo opino q deberían tomarse algo más de tiempo en dar más balance, como tu mismo dijiste muchas listas imperiales llevan caballeros (quería poner castellan) pero me doy cuenta q todos los tipos son muy rentables claro q el castellan lo es más, con lo de el eldar y sus variantes pues si tienen muchas cosas demasiado buenas y debería caerles unos ajustes también, con relación al caos pues lo de magnarion se vio hace mucho, ahora rentable no lo veo, ya q ahora mismo la captura de puntos es esencial, ya veremos q dicen los ingenios demoníacos de esto. Pues pasando a la historia si creo q todos queremos un pequeño avance, que nos digan q algo relevante a pasado por dios estoy super de acuerdo contigo. Y bueno las nuevas miniaturas q sacan son una pasada si tuviera el capital tendría al menos unos 4 ejércitos XD en fin. Otra vez felicitaciones por el articulo y un saludo.
¡Gracias Katsuragi!
Sin duda, es una época dorada, aunque por supuesto no es perfecta porque nada lo es (excepto Fulgrim, claro). Disfrutemos de esto, y ojalá dure muchos años. Por cierto, con respecto a novedades es una apuesta bastante segura augurar todavía máaaas novedades para el Caos este año y el que viene: faltan dos primarcas demonio de los representativos de cada dios, y ambos llegarán.
¿Dos primarcas demonio más? ¿No tenéis suficiente ya? La verdad, me sorprendería (pero me encantaría) que hubiese otros dos caóticos y ninguno más leal. En cualquier caso yo creo que el próximo primarca, demoníaco o no, que venga, lo hará con una nueva edición.
El rey Silente es lo que se necesita y reglas para la Triarca y darle un buen empujon a los latas revision de datasets y demas
como? dos Primarcas demonio mas? perdona, pero el caos tiene 2 primarcas ahora mismo, o 3, pues Abbadon es casi como un Primarca. Los marines leales solo tenemos al papa pitufo.
Lo que falta es que saquen al LEÓN, ese es el siguiente gran lanzamiento que tiene que ocurrir. Este es el perfecto, no esa escoria traidora de Fulgrim.
Fantástico artículo y en casi todo lo que escribes estás en lo cierto. estoy de acuerdo en que el castelan debería recibir un par de restricciones para que no sea el autoplay. En lo personal me gustaría que existiera algún tipo de recompensa para los ejercitos que sean más «ceñidos» a la facción (de primera mano se me ocurre un par de CP para los ejercitos que tengan más de 3 keywords en común, no sé algo por el estilo). También me parece que en cuanto a miniaturas… los aeldari de astronaves si que van a recibir lanzamientos jugosos (el modelo de warp spiders tienen al menos 25 años) y algo que a todos nos sube la moral es pensar que lentamente están dejando de lado la producción en «failcast» y esos modelos probablemente sean lanzados en plástico y con una renovación. Saludo desde Colombia!
Desde luego parte del problema de las sopas se solucionaría no pudiendo compartir Puntos de Mando. ¡Un saludo a Colombia!