El próximo 2 de mayo es el día de la Comunidad de Madrid; pero debería ser el festivo nacional por antonomasia, ya que es la conmemoración del momento en que el pueblo se levantó en armas (o a sartenazos, si no había otra cosa a mano) contra los invasores franceses. Un día grande, en cualquier caso.
Por desgracia, pesa más la actualidad que la historia, y si ahora mismo «googleas» 2 de mayo, lo que aparece como primeras entradas son las distintas posibilidades en las que empezará la desescalada del confinamiento. Que tampoco es algo que yo vaya a desmerecer, claro está. Otro día grande.
El 3 de mayo, primer domingo del mes, es el día de la madre. Un invento consumista. Pero no os olvidéis de felicitar a vuestras madres (y abuelas, y madres de vuestros hijos), que en los tiempos en que estamos toda muestra de cariño es poca. Otro día que marcar en el calendario, vamos. Por cierto, me toca currar (sigh).
Pero si estás leyendo este blog desde hace tiempo tú y yo sabemos que el día importante es el 4 de mayo. Y tú y yo sabemos por qué (y si no lo sabes, lee esto).
Así que, como todos los años, toca hablar de Star Wars. Y creo que lo más adecuado este año es hablar de la serie de moda.
The Mandalorian
La primera vez que oí hablar de las guerras mandalorianas fue jugando al Kotor, abreviatura en inglés de Caballeros de la Antigua República, título de un exitoso videojuego en el que asumimos el papel de un Jedi 4000 años antes del centro de la acción conocido en la saga de películas.
No voy a profundizar nada en dicho videojuego, que ya tiene solera (de hecho tengo entendido que se está planificando un remake), aunque sí diré que lo disfruté muchísimo, tanto la primera como la segunda parte. Muy interesante la opción de ir cayendo en el Lado Oscuro, a elección del jugador, en función de sus decisiones. Muy recomendable.
A lo que iba: esto es canon dentro del universo Star Wars, pero (que yo recuerde) no se menciona ni una palabra en las películas, ni siquiera en las más recientes, pese a su importancia. Porque la tiene, y mucha, siendo parte de la historia del famoso Revan (remito de nuevo al videojuego), y sobre todo siendo el origen de la armadura mandaloriana. Que es la característica de personajes tan icónicos como Bobba Fett y su padre Jango.
La nueva serie The Mandalorian ha supuesto la confirmación indiscutible de ese canon. Ha tenido la buena puntería de salir en un momento en que gran parte de la comunidad fan de SW está desencantada con la última trilogía (y diría que también con la anterior… o al menos ése es mi caso). Aunque yo soy de los que piensan que los episodios VII-IX sí merecen la pena (ya hablé de todo esto aquí), es indudable que The Mandalorian ha sido un soplo de aire fresco para todo el mundo.
Ya sé que para muchos este artículo llega tarde, pero yo soy de los que ha tenido paciencia y en vez de descargar los capítulos, me he esperado al estreno de Disney + para poder verlos. Resalto esto porque ha sido una jugada comercial importante, siendo el plato fuerte de esta plataforma de streaming de la todopoderosa Disney, lo que supone básicamente una sola cosa: llegar al gran público. En una época en que estas plataformas han visto multiplicada su demanda por efecto de la pandemia, supone muchos ingresos y mucho público extra. Esta jugada no creo que la viesen venir al planificar las fechas de lanzamiento en Europa, pero les ha salido redonda.
Insisto porque creo que es importante: hay más gente enganchada a The Mandalorian que la que ha visto el Episodio IX. Al menos por ahora (pronto se estrenará la película en Disney +). Así que hablamos de una serie que ha venido a marcar tendencia.
Y aquí empieza la polémica: en mi opinión, no es para tanto. Me la habéis vendido demasiado bien, cabrones, todo alabanzas. Así que me ha pasado lo típico: con más expectativas de las recomendables, cuando me he puesto a verla la he disfrutado, pero con muchos claroscuros. Muchos aciertos y muchos errores (recordemos: esto es sólo mi humilde opinión).
Hablemos de ellos.

Aciertos y errores de The Mandalorian
En vez del clásico listado, creo que será mejor ir comentando uno por uno.
Acierto: el casting
Creo que es el acierto principal. Y quiero empezar hablando de un secundario: Carl Weathers.
Carl Weathers es Apollo Creed. Hablar de Apollo Creed es hablar de Rocky Balboa, no en vano sale en las cuatro primeras películas (y en la quinta como flashback) y las dos últimas de la saga llevan directamente su nombre. Me atrevo a decir que Rocky Balboa no sería nadie sin Apollo Creed, su antagonista que finalmente es amigo, como los villanos con enjundia.
Poca broma: Rocky Balboa es un nombre grabado a fuego. Hay gente que conoce a Rocky Balboa pero no sabe quién es Muhammad Alí, y eso que también tiene peli. Hay incluso gente que no sabe que uno de los dos es ficticio y el otro real (y por supuesto no tienen claro cuál de los dos).
Sólo por eso, Carl Weathers ya merece su rinconcito de gloria dentro del panorama freak. Pero tiene (aparte de una dilatada carrera como actor) otro papelón: el de Dillon en la película Predator. Weathers puede presumir de ser una de las pocas personas en disputarle un pulso a Schwarchzenegger y que parezca creíble que puede incluso ganar. Es más (noticia de hoy mismo), tiene hasta miniatura.
Vamos, que no es un cualquiera.
En The Mandalorian, Carl Weathers interpreta a Greef Karga, un personaje que parecía llamado a ser un secundario en un solo capítulo, pero que parece estabilizarse como fijo en la serie. Lo dicho, un enorme acierto.
Como protagonista, Pedro Pascal, chileno con orígenes españoles, que también va teniendo un currículum interesante. Debo reconocer que, aunque no se quita nunca el casco, logra transmitir bastantes emociones al espectador, dándole al personaje una personalidad propia que me ha sorprendido para bien.
Y también hay que hablar de Gina Carano, que interpreta a Cara Dune, una ex-soldado de choque de la Rebelión y que odia al Imperio. Es de agradecer que salgan chicas guerreras, y ésta desde luego da el pego. Me ha parecido un complemento perfecto a Mando. Hablando de chicas, no quiero dejar pasar la ocasión de mencionar a Natalia Tena (también con orígenes españoles, que ha participado en Harry Potter como Tonks y en Juego de Tronos como Osha), que interpreta a la twi’lek Xi’an en el capítulo El prisionero.
Lo mismo se aplica al resto de secundarios, como Kuill o el droide IG-11. Pero no me voy a extender más. En definitiva, The Mandalorian puede presumir de tener un casting muy bueno.
Error: la Fuerza
Hay que hablar del elefante en la cacharrería, que no es otro que Baby Yoda.
No digo que sea un error haberlo metido, de hecho es el personaje más comentado y célebre de la serie. Pero… ¿de verdad era necesario que otra vez hubiese un personaje sensible a la Fuerza? Precisamente The Mandalorian prometía mucho porque demuestra que es posible hacer una serie ambientada en el universo Star Wars sin que todo se centre en los Jedi y los Sith.
Y resulta que ya en el primer capítulo tenemos una demostración de los poderes de la Fuerza.
Sí, es cierto que no desentona. Y que hay algunas escenas en las que resulta hasta gracioso. Pero no sé, a mí me sigue sobrando. Creo que habría sido posible meter exactamente el mismo personaje sin que fuese sensible a la Fuerza, y no habría perdido ninguna gracia. Incluso podría haber sido una sorpresa de final de temporada, o algo así.
En fin, en mi opinión ha sido un error.
Acierto: la época
La acción transcurre después de los acontecimientos de El retorno del Jedi, pero mucho antes del Episodio VII.
Es decir, probablemente la época más atractiva para desarrollar aventuras en el universo Star Wars. Porque el Imperio ha sido derrotado pero no está extinto. La Nueva República está en pañales. Ya no tenemos (en teoría) ni Jedis ni Sith, aunque Luke esté, supuestamente, fundando su nueva academia. Vamos, que hay un buen campo abierto a desarrollar cualquier trama.
Así se demuestra en The Mandalorian, con una serie de escenarios que no están dominados por nadie, o al menos por nadie relevante. Con personajes que han dejado atrás una guerra, como la propia Cara Dune o Kuill. Y con una sensación de estar viendo un western galáctico.
Gran ambientación.
Error: la armadura
Sé que esta opinión va a ser muy impopular, pero es que creo firmemente que ha sido un error.
Porque resulta inevitable recordar a Bobba Fett. Bobba es un personaje demasiado icónico de la saga. Puedo entender que se introdujese a su padre en el Episodio II y se le pusiese el mismo tipo de armadura mandaloriana como clara referencia a lo que después será su hijo. Pero en esta serie creo que tendría que haber sido otra cosa.
Es inevitable asociar a un personaje con un rostro. En este caso, con un casco; hasta ahí todo bien, también funcionó con Darth Vader, sin ir más lejos. Pero es que esa asociación, en el caso de Mando, ya estaba hecha. Salvando las distancias, si hubiésemos puesto a un personaje con el casco de Darth vader (o parecido), ¿no nos habría rechinado? Pues lo mismo.
Cada vez que Mando aparece en escena (o sea, todo el rato) yo veo a Bobba. No me lo consigo quitar. Por tanto, lo tengo claro, es un error.

Acierto: el ritmo, la duración, la simplicidad
La verdad es que se agradece una serie de poco más de media hora. Capítulos autoconclusivos aunque estén enmarcados en un contexto general y una trama global que va avanzando.
Me recuerda (para bien) a Galáctica, salvando las distancias. No es necesario que todo sea muy enrevesado, con planes ocultos dentro de planes ocultos.
«Mando, tu misión es ir con este grupo a rescatar a tal prisionero». «Mando, tu misión es conseguir este paquete y traerlo».
Ya está, simple, sencillo, no necesariamente carente de sorpresa. El disfrute de ver una serie de aventuras, en su dosis justa de acción. Que te quedes con un poquito de ganas de más. Poquito.
Creo necesario reivindicar productos de este tipo, para todos los públicos, sin aspavientos pero sin renunciar a la calidad. Porque medios sí que tiene, de sobra. Pero están al servicio de historias de andar por casa. Formato serie, no megaserie o película.
Error: el estreno semanal por fascículos
Ya sé que es una estrategia comercial que ha dado sus frutos, y que surge un poco como contrapunto al modelo impuesto por Netflix. Entiendo la necesidad de hacer algo distinto a la competencia, y no bailar a su son.
Pero creo que aquí Disney se ha equivocado. Si el modelo Netflix funciona es por algo. En la era del streaming, tener que esperar al estreno semanal es un error del pasado, sobre todo si ya lo tienes todo rodado y terminado.
Como consumidor, me saca de contexto. Puedo esperar para ver la siguiente temporada, pero no tengo ganas de esperar por el siguiente capítulo.
No sé, creo que Disney tiene que encontrar otras formas de hacerle frente a su escasez de catálogo. Ésta no es la más adecuada.

Me reservo la opinión: el villano
Ya no sé cómo decir lo importante que es el villano en cualquier historia.
En el caso de esta serie, todavía no tengo claro quién es. Puede ser el conocido como «el Cliente», en cuyo caso falta mucho desarrollo. O puede que esté por llegar. No hay prisa, pero sí necesidad.
Porque la altura de un héroe siempre viene marcada por la del villano al que se enfrenta. Así que de momento no lo pondré ni como un acierto ni como un error. Toca esperar a ver qué nos depara el futuro.
Conclusión
The Mandalorian ha sido una revolución en el universo Star Wars, eso es innegable. Sobre todo porque ha supuesto la confirmación de que se pueden hacer las cosas bien, que hay vida más allá de los Skywalker, y que si quieren, esta gallina aún puede dar muchos huevos de oro.
Pero también creo que se le ha dado demasiado bombo y platillo. Una comunidad ávida por idolatrar otro producto de Star Wars, desencantada en general, se ha aferrado a esta serie como si fuese una tabla salvavidas. Y creo que esto es un error. Porque puede suponer un nuevo fiasco cuando The Mandalorian deje de ser una novedad, o no sepa por dónde tirar sin meterse en el canon más gordo… o peor aún, se meta y la cague.
Yo creo que toca disfrutarla, sin más. Bienvenida sea.
En una galaxia lejana, muy… bah, ya estoy viejo para esto.
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3academics
Yo diría que es una serie correcta, sólida y sin grandes alardes, pero dado que no es lo mismo comerte unos macarrones el día de Navidad que cuando llevas 12 horas con hambre, voy a darle un 9 sobre 10.
Para mi personalmente las últimas películas fueron una puñalada en el corazón (ep. 7), otra en los huevos (ep. 8) y un escupitajo sobre mi cadáver (ep. 9). Si ya las precuelas se habían pasado las propias reglas de la trilogía original por el arco del triunfo, lo hecho con la última trilogía me parece una blasfemia de muy mal gusto (propia de guionistas vagos y tramposos como JJ Abrams, por otro lado). La única que me ha gustado de verdad, y mucho, es Rogue One.
The Mandalorian ha llegado, con sus aciertos y fallos, para salvar de la muerte a una saga que había conseguido encabronar a todo su fandom. Sólo espero que la alejen lo máximo posible de la última trilogía y no la usen para justificar las cagadas de ese aborto asqueroso que es El ascenso de Skywalker.
Un saludo desde Asturias Brottor!
Me ha encantado el ejemplo de los macarrones. XD
Yo no opino lo mismo de la nueva saga, pero bueno, eso ya son gustos.
P.D.: no sabes las ganas que tengo de ir a un chigre a tomarme unos culines… :_(
De acuerdo con todos los aciertos, y lógicamente con el error del estreno semanal en vez de conjunto. A mí no me chirría el look de Mando como consumidor de material de Star Wars porque entre Jango y los diversos videojuegos se ha difuminado un poco ese tipo de casco y armadura para ser mandaloriano en vez de simplemente Boba Fett. Pero es cierto que podrían haberse arriesgado un poco con un diseño distinto. Pero es comprensible… ya que es un western, esto es como si haces una peli con John Wayne y decides que lleve su pañuelo atado al cuello aunque sea un personaje distinto en cada peli. Conservador, sí, pero funciona porque es lo que la gente espera ver.
Sobre Baby Yoda y la Fuerza… guste o no, Star Wars implica a la Fuerza. Lo hace desde la primera película hasta todos sus productos. Es lo más icónico de la saga, y mira que tiene cosas icónicas. Nos rodea a todos los seres vivos, mantiene unida a la galaxia, ya sabes. Obi-Wan lo explicó bien.
Lo explicó perfectamente. Y sin midiclorianos… 😉
A ver, sí, de acuerdo. Pero podrían haberse esperado un poco, al menos. Dejarlo como sorpresa de final de temporada o algo así. No mostrarlo en el capítulo 1. Una vez más, me queda la sensación de que hay usuarios de la Fuerza en todas partes.
Me falta un acierto: La música. Para nor ser John Williams, me ha parecido sublime. Me encantan los resúmenes al final del capítulo con ilustraciones del mismo y esa música.
Lo he omitido a propósito. El resumen del final de capítulo sí me gusta, pero personalmente la bso no me parece para tanto. Soy consciente de que ha sido muy alabada y gusta a todo el mundo, pero a mí me ha dejado muy frío. Bueno, gustos…
Hola!
A mi no me ha gustado mucho, le daria mas o menos un cinco, porque veo que han copiado demasiados argumentos de firefly. Pero lo que mata de verda la serie es baby yoda ex machina, para arreglar cualquier entuerto con la fuerza.
Habrá que ver cómo evoluciona. ¡Gracias por el comentario!