Abro la puerta. Me enfrento al monstruo. Si lo derroto, me llevo el premio, y con él voy mejorando. Siguiente monstruo…
Espera, espera, de eso ya hemos hablado, ¿no? No, señores, esto no es el Munchkin, más bien es todo lo contrario.
Bloodborne, el videojuego
Antes de entrar a valorar el juego de cartas, es obligatorio mencionar el videojuego. Porque ya sabéis que en este blog no hablo de videojuegos, pero sí respeto las fuentes, y en este caso la fuente es la que es.
Salió en marzo del 2015, y consiste en encarnar a un cazador de monstruos en la oscura ciudad de Yharnam. Dentro de un ambiente gótico, los cazadores se enfrentan a bichos de pesadilla con el objetivo de recolectar su sangre (ecos de sangre, que se llaman), y para ello necesitan mejorar su armamento.
No lo he probado, así que no puedo entrar en valoraciones. Podéis saber más en su página oficial, en la que lo catalogan como juego de rol (un concepto erróneo en mi opinión). La verdad es que tiene pintaza, el trailer es espectacular.
Pero lo que importa es saber de qué va el tema. Porque a partir de aquí, ya sabemos lo necesario para entender la temática del juego de cartas.
Bloodborne, el juego de cartas
Nos encontramos con un nuevo juego de Eric M. Lang, del que ya hemos hablado al comentar otros juegos como Bloodrage, Dice Masters, o Fantasía S.A. Vamos, que ya es un viejo conocido. En este caso, el sello personal es evidente, cuando lo probé me di cuenta enseguida de que era suyo porque la ficha de personaje es conceptualmente la misma que la que se usa para los clanes en el Bloodrage.
El juego va de lo mismo que he mencionado anteriormente: cada jugador es un cazador que tiene que recolectar ecos de sangre. Así que en cada turno se saca un monstruo, de entre los que habrá algunos jefes, y entre todos deben enfrentarse a él y derrotarlo. Ardua tarea, pues como era de esperar, los monstruos no son moco pavo; imposible derrotarlos en solitario.
Ésta es la gracia del juego: la cooperación es imprescindible, pero no es un juego cooperativo. De hecho ni se le acerca, pues los cazadores van a rapiñar toda la sangre que puedan, sin compartir nada con el resto.
Para ello, lo principal es el orden de cada turno. Los jugadores escogen en secreto la carta que van a jugar (especulando respecto a lo que va a jugar el resto) y la muestran a la vez. Se van resolviendo por orden, de forma que es muy probable que el último o últimos jugadores no se lleven nada.
Aquí esta el elemento de decisión: puedes jugar un arma normal esperando hacer bastante daño (conseguir más sangre); o puedes jugar armas de fuego, que te dan ventaja en el orden de los turnos; o también puedes jugar cartas especiales (de las que todos los jugadores poseen) que te permitan cambiar el arma o entrar en el «sueño del cazador» (algo que, al parecer, también ocurre en el videojuego), una forma de recuperar las heridas sufridas, asegurar la sangre recolectada y reponer cartas. De forma que la estrategia de cada jugador en función del monstruo, de los demás jugadores y del orden de resolución, va a ser la clave de la victoria.
También el orden de obtención de cartas nuevas de equipo es importante: sólo los jugadores que hayan participado en la derrota del monstruo podrán optar a ellas, pero hay que contar con el hecho de ser el primero o el último en elegir.
En definitiva, al final se trata de ir construyendo un mazo (mejorando al personaje) para hacerlo más versátil de cara al combate con los monstruos, y maximizar así la recolección de los ecos de sangre.

Hay un pequeño elemento de aleatoriedad (además del orden de salida de los monstruos) que le da cierta gracia al asunto, y es que cuando los monstruos combaten, siempre antes de que los cazadores ataquen, van a hacerlo tirando un dado cuya peligrosidad variará en función del color marcado por su carta, siendo el verde el menos peligroso y el rojo el más letal. Así que nada garantiza que los cazadores vayan a sobrevivir, de forma que tendrán que meter esta gestión del riesgo en la ecuación.
El juego avanza así hasta que se llega al jefe final, el que marca con su regla especial todo el devenir de la partida, muy al estilo de los primigenios del Arkham Horror. Una vez derrotado, los cazadores contabilizarán los puntos y los ecos de sangre recogidos, y ganará el que tenga más.
Lo mejor del Bloodborne
- Ágil: las reglas se aprenden enseguida. El resumen de las fases en las tarjetas de los personajes ayudan bastante. La duración estimada es de 30-60 minutos… yo diría que más bien 60, sobre todo las primeras veces.
- Variado: no hay dos partidas iguales, gracias tanto a la influencia de los jefes como a la aleatoriedad de los monstruos.
- La ambientación: las ilustraciones son maravillosas, te sumergen de lleno en el juego. Sin haber jugado al videojuego, te haces una idea bastante buena de la situación.
Lo peor del Bloodborne
- Algo escaso de cartas. Debería haber más tipos de armas, de monstruos… no tanto para complicar el juego como para darle más variedad. Claro, esto es a propósito para sacar más expansiones. De hecho, si no me equivoco, ya hay una en camino.
- El precio. 35€ por un juego de cartas con unos cartones y 3 dados me parece algo elevado.
- El juego pierde con pocos jugadores. Aunque el mínimo es 3, donde gana más es con 5.
Conclusiones
De todos los juegos que tuve ocasión de probar en el Game On Madrid 2017, éste es el que mejor sabor de boca me dejó. El juego tiene una mecánica sencilla pero no es simple de jugar, pues hay que darle al coco, tener una estrategia y estar muy atento. Es divertido pero también resulta siniestro gracias a la ambientación. Y es breve, pero no demasiado. Perfecto para rellenar una horita.
La sensación en líneas generales fue muy satisfactoria, sin lugar a dudas acabaré comprándolo para poder echar unas cuantas partidas más. Tengo ganas de probar el resto de jefes…
Absolutamente recomendable para mi gusto.
Os dejo aquí el enlace de Amazon por si queréis adquirirlo (el juego es de Cool Mini Or Not, en España lo distribuye EDGE, en su página podéis descargar las reglas si queréis saber más).
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Pues del juego ni idea, no tengo el dinero para comprarlo (aún) y en mi país es algo difícil de conseguir.pero si es la mitad de divertido de lo que suena, a mi grupo le va a encantar. Lo tendré en cuenta para mi próximo pedido a EDGE. El juego (que sí jugué gratis gracias al ps plus) sí está recomendadísimo si te gustan los souls-like o H.P Lovecraft, además es bastante barato por ser exclusivo de PS4.
Pues muy de acuerdo con las impresiones de Brottor respecto a este título.
Muy interesante la aplicación del sistema del Sueño de cazador, una forma de recargar tus cartas y tu vida pero a costa de perder un turno, lo que implica una emocionante mecánica de tentar tu suerte (¿lo haces a menudo para garantizar tus recursos, o esperas al máximo para estar presente en la mayoría de rondas posible?).
También me gustó especialmente las posibilidades que brinda de interacción / negociación entre los jugadores durante la fase previa al combate, aunque como siempre esto dependerá bastante de la composición del grupo y sus ganas de enrollarse en estas cuestiones.
Quizá le sobre un poquito de duración a la partida, y ciertamente unos cuantos euros a la etiqueta del precio; por lo demás un juego totalmente recomendable para cualquier colección.