Hace 5 años ya escribí sobre las buenas sensaciones que me dejó esta serie. Aquí.
5 largos años en los que la serie ha pasado por dos temporadas, la segunda y la tercera, en las que el interés se diluía poco a poco. No sé por qué, la verdad, pero mi sensación es la de un leve declive, y eso que la tercera no puede terminar de forma más épica.
Hasta que ha llegado la cuarta.
Y todo ha cambiado.
Aviso spoilers.

Stranger Things 4, ¿todo a cambiado?
Ya no sé cuántas veces lo he dicho, pero ahí voy de nuevo: el villano es lo más importante de una buena historia. Si el villano no está a la altura, el héroe/ los héroes dan un poco igual. El villano es el espejo en el que se ven reflejados los héroes, y define el grado de dificultad de sus acciones, la cantidad de esfuerzo que van a tener que realizar. A mayor dificultad, mayor hazaña, y mayor es el mérito del héroe.
Es algo que fallaba en las anteriores entregas. Aunque el villano acojonaba, no estaba bien definido. No tenía una personalidad propia, por mucho que los guionistas se afanasen en darle un nombre (demogorgon, azotamentes…). Ahora sí.
Vecna es un villano que lo flipas. Es megapoderoso, tiene un plan de dominación mundial, acojona cada vez que aparece (y cada vez que suena un reloj… esto es brillante), mata dando grima y mucho dolor, y encima tiene una historia que justifica su origen y su relación con el resto de personajes, en particular con Once, que es la protagonista indiscutible de la historia. Vecna pone a los héroes en su sitio y se las hace pasar putísimas. Así sí.
Pero, ¿ha cambiado todo? Pues sí y no. Han cambiado los personajes, obviamente, no van a ser los mismos que en la primera temporada. Han crecido, han evolucionado, con sus cosas buenas y malas. Pero, esencialmente, siguen teniendo el mismo encanto que al principio: la pandilla de jugadores de rol, como grupo cohesionado que son los únicos que entienden lo que está pasando; los chicos «mayores», con un rol mucho más protector, y que son los encargados de repartir estopa cuando toca; y los adultos, que siguen sin entender nada pero ya están curados de espanto, con el jefe Hopper a la cabeza, que es un personajazo y que en esta temporada es doblemente heroico.
Ha cambiado que ya no hay ese ambiente de nostalgia ochentera, pero sigue habiendo elementos muy marcados, como el walkman de Max, las canciones Running up that hill y Master of puppets, con la que alguno acaba de descubrir a Metallica, o los clubes de rol, perseguidos por el desconocimiento de la mayoría. El Club del Fuego Infernal no es sino un ejemplo de tantos que hubo en la época (aquí tuvimos al mal llamado «asesino del rol»). Yo mismo tuve que oír, de labios de un familiar que es policía nacional, que el rol estaba prohibido, para espanto de mi madre. En fin, detalles que nos llevan a otra época mágica, pero sin abusar del elemento nostálgico.
Creo que ésta es la principal virtud de esta cuarta temporada: haberse sabido reencontrar con lo que funcionó en la primera, dando credibilidad a los personajes y al villano, y con un mérito añadido: la construcción de un guión muy bien trabajado. Lo que me lleva al siguiente punto.
Todo está conectado
Desde el primer momento tenemos varias subtramas. Por un lado, las vicisitudes del jefe Hopper y los esfuerzos del resto de adultos para rescatarle; por otro, el grupo de Will, Mike y Once, con un Jonathan que pierde algo de protagonismo y un nuevo colega irrelevante y que aporta muy poco, que se van a centrar en la recuperación de los poderes de Once y la comprensión del pasado; y luego el grupo principal, para mí, que son los que se quedan dándolo todo en Hawkins.
Porque lo dan todo, ¿eh? Empezando por la propia Max, que gana muchísimo protagonismo siendo diana directa del cabrón de Vecna. Y todos los demás no se quedan atrás. Mención especial a ese maravilloso personaje que ha sido Eddie, protagonista de la escena más épica de toda la serie, que ha quedado en la retina (y en los oídos) de todos los espectadores. Si sabes de qué hablo es porque la has visto, y si no, sospecho que ya te habrán llegado los spoilers, porque todo el mundo habla de eso.
El caso es que yo me he preguntado durante todos los episodios cómo coño iban a encontrarse los personajes para el desenlace final, algo que me parecía cada vez más complicado. Pero ocurre: las tres tramas están conectadas, y de alguna forma los tres grupos combaten juntos contra Vecna en la batalla final. Hay una escena maravillosa, cuando Hopper decide que van a volver a entrar en la prisión rusa, lanzallamas en mano, para enfrentarse al demogorgon y «darles una oportunidad a los chicos», sabiendo que algo sobrenatural y terrible les está pasando, aunque sin tener ni idea de qué es.
¿Es suficientemente épico? ¿No? ¿Y si hacemos que Hopper se enfrente al demogorgon empuñando la espada de Conan? Aquí los guionistas se la sacaron del todo.
Yo flipaba cuando lo vi, así que me metí en internet a buscar más información al respecto. Y lo que encontré es mejor todavía de lo que esperaba: no es una réplica de la espada de Conan. Es la mismísima espada de Conan, la que blandió Schwarchzenegger en las películas y tiene en su casa. Es-la-jodida-espada-de-Conan.
Pero vuelvo al tema, que me disperso. El caso es que todo está conectado y bien pensado. Porque si el equipo de Hawkins falla (y todos sabemos que va a fallar… ahora explicaré por qué), entonces Vecna gana y todo se va a la mierda. Pero ahí están los otros dos equipos, para dar su apoyo y hacer su parte cuando toca, en el momento en que más falta hace. Separados por miles de kilómetros de distancia, pero eso no importa en esta fantasía maravillosa. Todo está conectado, al final. Bien por los guionistas.

El atramuzplán
¿Que por qué sabemos que van a fallar? Porque es todo un constante altramuzplán, pero sobre todo el final. Quien a estas alturas no sepa lo que es, que lea esto.
Hombre, es que no me jodas:
- El plan del equipo de Hawkins consiste en entrar en el otro mundo por un portal, «armados» con primitivas armas blancas, tapas de cubos de basura con pinchos y cócteles molotov, distraer a los murciélagos infernales tocando heavy sobre una camioneta, e infiltrarse sin ser detectados en la guarida del malo, utilizando como cebo a Max.
- El plan del equipo de Once consiste en utilizar un congelador de pizzas cargado con agua y sal para que Once pueda conectar con la mente de Max y así combatir a Vecna.
- El plan del equipo ruso ya lo expliqué antes. Pero lo repito, por si acaso: tras haber escapado in extremis de una cárcel de máxima seguridad rusa, deciden volver a entrar para combatir al demogorgon, porque sospechan (con razón) que de alguna forma está conectado con el resto de bichos del más allá, y matarlo significa debilitar a lo que sea a lo que se están enfrentando los chavales.
Si esto no es un altramuzplán, yo es que ya no sé…
Obviamente el primer plan fracasa, el segundo parece que va a fracasar, y lo mismo con el tercero. Hasta que los héroes se rehacen, sacan fuerzas de flaqueza de donde ya no las tienen y le dan la vuelta a la tortilla.
El caso es que he utilizado la palabra «épica» en varias ocasiones, y es que lo es. Esta serie es épica porque sus héroes hacen cosas épicas ante un villano que les lleva al límite. Poco más se puede pedir.
Los peros
Siempre hay cosas que rechinan. Por ejemplo, ¿de dónde sale la espada de Conan? Resulta que hay una explicación, pero no queda clara en la serie y resulta insuficiente: es una de las armas que les dan a los reclusos cuando se enfrentan por primera vez al demogorgon.
¿Por qué ha sobrevivido Vecna? Porque sí, para que haya una última temporada. Supongo que para que sea Once quien dé el golpe final.
¿Para qué sirve el sacrificio de Eddie? Realmente para nada. Es cierto que le echa huevos y esta vez no huye, pero tal vez habría sido mejor eso. Los murciélagos infernales habrían caído igualmente al morir el demogorgon.
Y luego hay personajes que están llevados un poco al extremo. Se veía venir el enfrentamiento final entre el capitán del equipo de baloncesto y el pobre Lucas, justo en el peor momento posible, pero de ahí a convertirse en un asesino descerebrado hay un paso.
En cualquier caso, pequeños detalles que, para mí, no empañan el resultado final.
Pero lo peor, con diferencia lo peor de todo, es que tendremos que esperar dos años para ver el desenlace. Mientras tanto, yo acabo de comprarme mi camiseta del Club de Fuego Infernal (pincha en la imagen si quieres ir al enlace de compra).
Porque yo soy jugador de rol, y estoy en el equipo de Eddie y compañía. Aunque esté demasiado viejo para esto.
A mi los capítulos final me gustaron, por eso, por la épica y esos momentos inolvidables pero el desenlace no y luego el final de reencuentro a los Retorno del Rey se me hizo eterno y pesado.
Muy buena temporada aunque lastima que me dejara al final ese mal sabor de boca.
PD: aunque esta vez no tanto como en la Tercera Temporada, pero Steve es mi «antiheroe» por excelencia! Que siempre está ahí para recibir cuando se le necesita con su pelazo xD
A mí no se me hizo largo ni me dejó mal sabor de boca, lamento que en tu caso fuese así.
Coincido contigo: el pelazo de Steve y su evolución como personaje es la caña. Aunque no me gusta el giro que le están dando a su relación con Nancy: todo parece indicar que en la última temporada acabarán juntos de nuevo. Ya veremos.
Hawkins. El pueblo se llama «Hawkins», no «Hopkins».
Opino parecido: bien con peros.
A mí me gustaron mucho los primeros seis episodios pero creo que perdió fuelle en los dos últimos. Me pareció que te hacían esperar seis meses para dos capítulos extra largos que no resuelven el problema porque el malo sobrevive y eso te lo dejan claro a mitad del séptimo. Y dos horas y media de episodio final.
A Hopper lo habría dejado muerto para darle un poco de protagonismo a Will porque toda la trama en la prisión rusa se me antoja algo innecesaria.
Un diez en como a estas alturas hilan de nuevo el pasado de Eleven, como surge el malo y el Upside Down…
Cierto, lo corrijo, gracias por el apunte.