Un año más, una nueva experiencia en esta cita (para mí) ineludible.
Por muchos motivos, pero sobre todo porque me da la oportunidad de volver a ver a gente a la que hace demasiado tiempo que no veo, saludar, dar abrazos, y sobre todo compartir una bonita experiencia con mis amigos.
Hay mucho que contar, así que al lío.
Mis partidas
Pues ha habido un poco de todo, como veréis ahora. Por si no conocéis mi lista, la expliqué en el último artículo. Mi plan era ir a saco con todo; y perder o ganar, pero no aburrirme jugando al empate.
Antes de nada, quiero agradecer a todos mis oponentes el buen rato pasado y el buen rollo. Siempre hay algún momento que se te enquista un poco más, pero en general todas las partidas fueron muy divertidas y fue un gustazo jugar contra ellos.
Partida 1 – Contra el Mechanicus de Alejandro Sierra, de los Pacemakers
Mi oponente llevaba muchos ballistarii, que eran el principal peligro para mi ejército, así como tres de sicarian, también muy peligrosos. El resto, lo estándar: personajes (dominus, manipulus y marshall) y varias unidades de rangers y vanguardia. Unos perretes y unos sterylizors para entrar por DR y liarla.
A priori, un buen paiting para mí, con una misión que ayudaba. Y además tuve la iniciativa. Así que el plan fue el de siempre: ir a saco con todo. Entre la escuadra de la CM con retros y las dos de GS, conseguí mantener a mi oponente encerrado, y pude trabarme con los ballistarii en el turno 2, que creo que fue el punto clave de la partida. Al final, un 20-0 a mi favor.

Partida 2 – Contra los orkos de Iván, de Aibalaostia
La ronda anterior nos fue tan bien a nivel de equipo que de repente nos vimos en la privilegiada mesa 3, contra uno de los equipos top (y que finalmente serían terceros). Vamos, que nos iban a dar por todos lados, y lo sabíamos.
Tuve el placer de jugar con Iván, que es uno de los mejores jugadores de orkos de España. Aunque jugar, lo que se dice jugar, jugamos poco, porque en turno 2 estaba todo el pescado vendido. Su lista la componían tres kill rig, que son un canteo de unidad; un bombardero para hacer mortales, tres de stormboyz, tres de comandos, infinidad de gretchins y chicoz, un weirdboy, un noble en megaarmadura y, lo peor de todo, el bestboss en squigosaurio.
Iván empezó dando una clase magistral de despliegue, dificultando mucho el movimiento prepartida de mi CM, y dejando a buen recaudo al weirdboy, objetivo de mi misión de desafío. A esto hay que sumarle que la misión no me venía nada bien, con cuatro objetivos en el medio que él iba a poder controlar con mucha más facilidad que yo.
Esta vez no me venía nada bien tener la iniciativa, pero la tuve. Así que nada, a moverse y a hacer lo que se pueda. Conseguí matar un kill rig pese a todo, pero para de contar. En su turno me frio a mortales, que es lo que más daño le hacía a mi lista, y se posicionó perfecto para darme la puntilla. Pude matar otro kill rig más, pero ya era tirar dados por tirarlos.
Probablemente me equivoqué al escoger las secundarias, pero creo que el resultado habría sido el mismo al final. Un 0-20 no por esperado menos doloroso.
Partida 3 – Contra los CKs de Lunacab, del equipo Turno Eterno
Tras el ostión de la ronda anterior, volvimos a las mesas que nos correspondían. Y ahí nos tocó con Turno Eterno.
Hablando de las listas de nuestros rivales durante la noche anterior, precisamente vimos que el pairing ideal para mí eran los CKs: un desecrator, un abominante, y varios perros.
Era un pairing ideal por la misión y porque la forma de matar IKs / CKs es yendo al combate, que es justo lo que voy a hacer, claro. Para mi sorpresa, conseguimos el pairing. Así que aunque mi oponente tuvo la iniciativa, no consiguió eliminar a mis martilleros, y yo en cambio pude trabarme con casi todo en mi turno 1. Pese a que el desecrator elimina las repeticiones, pude dejarle lo suficientemente tocado como para rematarlo en turno 2, mientras mi unidad de CM primaris tanqueaba al abominante. En turno 3 ya tenía eliminadas las mayores amenazas y aún tenía ejército de sobra para seguir matándole unidades, al tiempo que puntuaba las primarias. Así que un 20-0 a mi favor.

Partida 4 – contra los necrones de Ferrán, del equipo Tormenta de Hostias
Sólo por el nombre este equipo ya nos tenía medio ganada la ronda.
Ésta fue la partida más farragosa de todas, la más complicada y una de ésas que recuerdas toda la vida. Odio a los necrones (como oponente): los c’tanes son insufribles por su regla de no poderles hacer más de 3 heridas por fase, y el Rey Silente es una mosntruosidad con demasiadas reglas buenas, que al final lo mejor que puedes hacer es ignorarle. Mi oponente llevaba dos c’tanes y al rey, un cronomante (que fue el objetivo de mi misión secundaria de desafío), dos de skorpekh, dos de escarabajos, dos de espectros, y varios guerreros. Una lista dura, con pegada suficiente que auguraba un choque de trenes en el centro.
Una vez más, lo que más daño me hizo fueron las mortales. Golpeé con todo lo que tenía pero en el toma y daca, al final, tuve las de perder, porque no conseguí acabar con los c’tanes. No obstante, conseguí puntuar bastante gracias a que mi teniente hizo lo suyo con el cronomante, y a que conseguí infiltrar a unos infiltradores en su zona, que pusieron tres bombas y me dieron algunos valiosos puntos de asalto implacable. Al final, la partida quedó en 84-78, un 11-9 en mi contra que me supo a victoria, sobre todo porque al final empatamos la ronda.

Partida 5 – Contra los AS de Manu, de la Oficina Wargames
Un mirror. No me gustan nada, los mirrors, aunque hay que reconocer que la partida se hace más ágil porque ambos jugadores conocen de sobra las reglas. Era muy reticente, pero tengo que reconocer que ésta fue la partida más divertida de todas.
Las listas, casi idénticas, sólo que Manu llevaba motos de ataque con fusiones y yo llevaba primaris de la CM. Además, misión de darse tortas en el centro. Claro, aquí gana el que asalta primero… y tuve la iniciativa. Mal asunto, porque no podía llegar a lo interesante con los martilleros. Él llevaba más GS que yo, así que en el intercambio de golpes tenía cierta ventaja. De modo que decidí no moverme en turno 1, y obligarle a él a moverse. Todo iba bien, hasta que cometí un error de bulto que me hizo perder tres buenas unidades, sumado a una suerte lamentable con los dados.
Lo divertido fue una de esas situaciones que recuerdas: estando su Dante asaltando a mi portaestandarte, que le daría 15 puntos por su misión de desafío, me tocó tirar cuatro salvaciones (y tenía que sacar tres) a 4+. Mi oponente me ofreció incluso sus dados, sabiendo que los míos parecían gafados. Pero en un arranque de audacia, decidí desafiar de nuevo al destino y le dije «voy a tirar con mis dados, y te voy a salvar las cuatro». Y tal cual. En fin, anécdotas, cosas que hacen grande a este juego.
Pese a ir remando, el toma y daca fue interesante, y conseguí darle la vuelta a la batalla. Mis eliminadores, infiltrando en su zona y matando a su Dante de un disparo, fueron claves para la misión de asalto implacable (que obviamente teníamos los dos). Y al final la cosa acabó en un 11-9 en mi contra, un casi empate muy justo.

Partida 6 – Contra los orkos de Nacho «Orkímedes», del equipo Mañocalipsis
Otro pairing que no me venía nada bien, pero esta vez iba de escudo y la alternativa eran Demonios, mucho peores para mí, así que no me quedó otra que repetir contra la marea verde.
Esta lista era algo menos afilada que la de Iván, con un kill rig, el boss en squigosauro (con el que voy a tener pesadillas), un caza, un carro, una de komandos (que protagonizaron una de las acciones de la partida), una de snagga boyz, dos de squighog boyz, un buen montón de meganoblez, y otro buen montón de fretchins y chicoz. Que, por cierto, era un ejército que daba gusto verlo, no en vano se hizo con el merecidísimo premio al ejército mejor conversionado del torneo. El caza tenía luces y todo.
Partida divertida, una vez más un choque de trenes en el centro del tablero. Pero cometí dos errores: dejar a la CM de martilleros demasiado cerca del squigosaurio, que realizó una intervención heroica, y gastar demasiados CPs en la supervivencia de los infiltradores (de hecho, infiltrarlos fue el verdadero error, ya que me la jugué a tener la iniciativa). Esto me impidió utilizar algunos trucos que tenía pensados para el teniente de la CM. Dante y el jefe squigosaurio se mataron mutuamente, mientras en el flanco izquierdo la compañía de la muerte primaris conseguía, no sin esfuerzo, llegar hasta el fondo para poder puntuar.
Pero lo que pasa con los orkos es que tú puedes matar mucho y al final sigue habiendo otro tanto detrás. Mi oponente dijo que estaba preocupado por haberme tenido encima tan pronto, pero sus meganoblez destruyeron a placer tras la carga inicial, un contragolpe espectacular. Al final, un 3-17. Y no quiero volver a ver más orkos en una temporada.

Valoración final e impresiones de mi lista
Las sensaciones fueron muy buenas, pese a que ha habido de todo (2 victorias contundentes, una derrota aplastante, otra más normal y dos cuasi-empates). Ha sido sencillo puntuar las secundarias en casi todas las partidas, y me he sentido muy cómodo con mi lista.
Cierto es que tooooodos los equipos llevaban una mono-lista AS, basada en lo mismo: Dante + sacerdote + toda la GS que puedas + toda la CM con retros que puedas + lo que quieras. Precisamente ese «lo que quieras» era la parte exótica de cada lista, siendo en mi caso los primaris de la CM y el teniente primaris. Y debo decir que me han funcionado maravillosamente bien. El teniente es una máquina de picar carne, se merendó él sólo a dos CKs, sin ir más lejos, y personaje que pillaba, personaje que destrozaba. Y los primaris de la CM creo que están muy infravalorados: reparten mucha estopa y aguantan como campeones; vale que necesitan retros para funcionar en condiciones, pero para ir a mitad del tablero y liarla, funcionan muy bien.
En fin, muy contento en general, ya que este año venía sin mucho entrenamiento, pero me lo pasé mejor que el año pasado, con un juego mucho más a mi estilo.
A nivel de equipo, el resultado ha sido malo (de hecho, el peor desde que venimos a Talavera), pero era lo esperable dado que este año veníamos con una mentalidad mucho más relajada, y a que tuvimos dos bajas de última hora; la primera, cubierta por Lobo, que nos hizo un favorazo y realizó un papel estupendo; la segunda, el último día, que hizo que uno de los nuestros no pudiese jugar las dos últimas partidas, por lo que empezamos las rondas con un 0-20 en contra.
Dicho de otra forma, aspirábamos a estar en primer tercio pero apenas llegamos a media tabla: puesto 32 para el equipo, y 305 personal.
El GT Talavera X aniversario
No quiero terminar el artículo sin dedicar unas palabras al evento en sí, porque las novedades de este año son muy notables.
Ha habido un salto cualitativo muy importante al moverse al recinto ferial: nada más entrar ya te das cuenta de que la cosa es muy grande, con todas las tiendas, la zona de charlas, etc. Y hay espacio de sobra para jugar, para moverte entre mesas, para sentarte… algo más importante de lo que parece. También se agradecen los food trucks de comida y una barra de bebidas mucho más ágil que la de otros años.
También se ha notado mucho el ambiente más relajado, sin grandes madrugones (menos el último día) y con tiempo de sobra después de las partidas. Se agradece no tener que ir a la carrera, aunque no sé si esto será posible en años venideros.
Obviamente siempre hay cosas a mejorar, pero esto ya lo he comentado con algunos Cobradores, que me consta que siguen trabajando para hacer este evento aún más grande. Este año no ha habido quejas ni polémicas absurdas, y se notaba en las caras sonrientes, sobre todo del último día.
Y hablando del último día, la anécdota del GT la protagonizó mi compañero de equipo Snikch, que se vio sorprendido (él y todos) con una pedida de mano muy emocionante. Podéis ver el vídeo en el canal de Twitch de LVdH o en el del Cobrador. ¡Enhorabuena a ambos!
Agradecimientos
Quiero terminar dando las gracias, en primer lugar a los Cobradores, a mis rivales y a mis compañeros de equipo, ya que entre todos han hecho que este torneo sea memorable. Y en segundo lugar, pero no menos importante, a todo el que ha venido a saludarnos.
Lo habré dicho mil veces, pero ahí vuelvo de nuevo: no os hacéis a la idea de la ilusión que a mí personalmente me hace que alguien venga a saludarme porque quiere conocerme, o darme la enhorabuena por el contenido publicado, o simplemente querer desvirtualizarme. Puede parecer que ya llevamos algún tiempo por aquí y que nos acostumbramos; en mi caso, desde luego, no es así. Ha habido dos ex-suscriptores de este blog que me han saludado y lamentado que no siga con las guías; dos personas que me han comprado libros (¡sin haberlos llevado!); una persona que me ha pedido que salga más en el podcast; otra con la que estuve colaborando en un artículo hace ya un tiempo… y algunos más que me dejo. Tan sólo lamento no haberos podido dedicar más tiempo a charlar o tomarnos algo. De verdad, no os hacéis una idea del chute de energía que supone.
Son estas cosas las que hacen que este hobby sea grande, y que merezca la pena el esfuerzo de ir a estos eventos. Así que lo dicho, gracias a todos.
Un placer haber jugado contigo Brottor, ya siento que tengas pesadillas con los orkos al final, pero por lo que veo, el resto de partidas te han ido bastante bien, asi es que enhorabuena por esa parte y espero que podamos volver a cruzar dados, aunque sea con facciones diferentes, XD.
Un saludo caballero y a seguir, nos vemos por las mesas!!!!
Un placer cruzar dados contigo Brottor. Si alguna vez te dejas caer por Zaragoza, en Atalaya te recibimos con brazos abiertos!
Suscribo totalmente ese final del artículo: el chute de energía de hablar con gente a la que le gusta lo que haces es un lujo al que no nos hemos acostumbrado ni lo haremos 🙂