Seguramente los más veteranos ni van a abrir este artículo, porque el Carcassonne es uno de los juegos de mesa más conocidos, y poco más queda por decir. Nuestro amigo Klímtrax ya nos desgranaba (aquí) las virtudes del Carcassonne Junior como juego para niños; pero éste no es más que un efecto colateral, uno más de los múltiples suplementos o versiones que ha salido del juego de mesa original.
El caso es que siguen saliendo novedades para este juego. La última de ellas, un (a priori improbable) combo entre Carcassonne y Star Wars. Pero ante todo vamos a ponernos en contexto.

La ciudad de Carcassonne
O Carcasona en su versión castellanizada.
Se trata de una preciosa ciudad del sur de Francia, cercana a Toulouse. Y es famosa por lo maravillosamente bien conservada que está su ciudadela.
El emplazamiento ha tenido una importancia histórica desde siempre, estando fortificada ya en la época prerromana, aunque fue con los romanos cuando empezó a adquirir una importancia estratégica relevante. El supuesto origen de su nombre es el de Iulia Carcaso, que derivó en Carcasum y Carcasso.
Con la caída del Imperio, los visigodos ocuparon la ciudad y mejoraron las fortificaciones. Posteriormente cayó en manos de los musulmanes, que continuaban su expansión por Europa desde la península Ibérica.
Hay cierta hermosa leyenda relativa a este periodo: el emperador Carlomagno sitió la ciudad para rendirla por el hambre; a su defensa estaba la Dama Carcas, mujer del musulmán Ballak, muerto en la batalla. Tras 5 años de duro asedio y continuos ardides de Carcas para hacerles creer a los sitiadores que anda sobrada de defensas, lanza un órdago: coge el último cerdo y la última ración de trigo que les queda, ceba el cochinillo con el trigo, y lo lanza por las murallas. Carlomagno, creyendo que la ciudadela tiene reservas de sobra, levanta el sitio, y la Dama Carcas hace sonar las trompetas para llamar al emperador y pactar una tregua.
De aquí vendría otro origen, más improbable, del nombre de la ciudad, recordando este toque de trompetas al grito de Carcas sonne (Carcas suena).
En cualquier caso a los musulmanes sólo les duró 34 años, pues terminaría siendo reconquistada por el conde Bellón, fundador de la importante casa condal de Barcelona y otras de Occitania.

Tuvo un papel importante durante la cruzada albigense, siendo una de las principales fortalezas cátaras, y como resultado acabaría en poder de la corona francesa.
A día de hoy, es uno de los principales puntos turísticos de Francia. La belleza de su ciudadela atrae a cientos de turistas, y en menor medida, la fama del propio juego de mesa atrae a diversos fans curiosos (siempre hay algún idiota como el de la foto adjunta, imitando las fichas de colores sobre la muralla).
También ha influido al éxito de su reclamo turístico el hecho de haberse filmado multitud de películas, algunas de ellas tan conocidas como Juana de Arco, Robin Hood príncipe de los ladrones, o Los visitantes.
He tenido la suerte de ser uno de esos turistas. En particular, nos alojamos en el camping de la ciudad, y es altamente recomendable. Hay que decir que los camping franceses gozan de una excelente calidad e infraestructura. Pues bien, se da la circunstancia de que el caminito que lleva del camping a la ciudadela, apenas unos 10 minutos de agradable paseo, es de una belleza incuestionable. Y ya dentro de la ciudadela, la visita es más que recomendable. Remito al lector a cualquier web que hable de las bondades de la misma, pues tan sólo quería introducir la ciudad que da nombre al juego, y no quiero extenderme más en este aspecto.

Carcassonne: el juego clásico
Y cuando digo clásico lo digo en serio, porque a estas alturas de la película el que no lo conozca es porque no ha jugado a un juego de mesa (de los «de verdad») en su vida. Estamos hablando del que podría considerarse como embrión de los eurogames (para el que no sepa lo que son, aquí tiene algunas pistas), pues surgió allá por el 2000. Ha llovido.
No voy a profundizar en detalles, la web está llena de reseñas de este juego, así que me limitaré a una breve explicación por si realmente alguien no lo conoce.

Es muy simple: la mecánica consiste en ir sacando unas losetas de una pila e irlas colocando de manera que compongan un puzzle. Los caminos tienen que ser continuados por caminos, las ciudades por ciudades, ídem con los monasterios, y el resto es campo y catedrales. Según se colocan las losetas, se pueden colocar también seguidores (meeples en el argot), que son los pobladores de la ciudad. El objetivo es sumar puntos, y éstos se consiguen controlando caminos o cerrando elementos (caminos, ciudades y monasterios).
Ya está, muy simple de entender, pero no tan simple de jugar. Hay que darle al coco pensando en una buena estrategia. La única aleatoriedad que tenemos es la incertidumbre de qué ficha nos saldrá para colocar en nuestro turno, pero con la cantidad de fichas que hay, es improbable que la suerte defina el ganador o perdedor de una partida.
Las bondades del juego son inmediatas: apto para todos los públicos, rápido de jugar (las partidas duran menos de una hora), agradable visualmente, barato… No me atrevo a calificarlo como divertido, la verdad es que divertido no es, las risas y los gritos no abundan cuando se juega. Pero sí es entretenido, da gusto jugarlo. Por méritos propios, el juego ha sido y sigue siendo una buena iniciación para un amplio número de jugones, entre los que se cuenta el que suscribe.
De forma natural, las expansiones y variantes del juego han sido múltiples a lo largo de los años. El listado es enorme y para todos los gustos.
Pero la última versión que ha salido se lleva la palma.
Carcassonne Star Wars
La pregunta es inmediata. ¿Qué demonios tiene que ver una cosa con la otra? La respuesta, lamentablemente, también: nada. Absolutamente nada.
Pero, como buen eurogame, la temática al final no es más que un marco en el que se desarrollan las mecánicas del juego. Lo mismo da que hablemos de ciudades medievales o de guerras espaciales. ¿Por qué no ambientar el juego en el universo de George Lucas que tanto rédito da? Darth Vader es el personaje más rentable de la historia, y hay que aprovecharlo. Carcassonne Star Wars es el claro exponente de que cualquier excusa es buena mientras el juego funcione bien.
Así, se sustituyen los campos por el negro vacío espacial, las ciudades por campos de asteroides (que por algún motivo dan riqueza), las catedrales por planetas, los caminos por supuestas rutas de comercio espacial, y los meeples por… meeples con nombre. Pero por lo demás, la forma de jugar es la misma.
Los jugadores adquieren, así, una personalidad, a escoger entre Darth Vader (negro), Luke Skywalker (rojo), Yoda (verde), Bobba Fet (amarillo ¿¿??), o storm trooper (blanco).
Cierto es que se introduce una variante en las mecánicas: los meeples ya no pueden compartir un mismo espacio y repartirse los puntos como buenos vecinos. Si Luke y Vader se encuentran, la convivencia es imposible. Así que hay un nuevo elemento de aleatoriedad: unos «duelos» en los que, tirando dados, se decide quién se queda con el fructífero campo de asteroides. Personalmente lo veo un error, porque es cargarse una de las identidades del juego original. Pero no cabe duda de que se añade algo de emoción a la partida.
Los meeples de un mismo jugador ya no son idénticos: el juego viene con unas pegatinas (muy cutre, ya podían venir pintados, o tallados, o algo) que los distinguen, habiendo un vip para cada facción, que da un dado extra en los combates. También se consigue un dado extra si se combate en una zona que pertenezca a nuestra facción (Rebelión, Imperio o Cazarrecompensas ¿¿??), marcada convenientemente con los símbolos correspondientes.
Por último, el juego trae una versión para 4 jugadores que enfrenta a los dos personajes rebeldes con los otros dos imperiales.
Como curiosidad, decir que en el momento en que escribo estas líneas hay exactamente 666 valoraciones en la página BGG. Inquietante. Para una valoración media de 6,9, algo elevada para mi gusto.
Conclusión, ¿merece la pena?
Hombre, si te encanta el Carcassonne y te gusta ver a Vader hasta en la sopa, entonces Carcassonne Star Wars es tu juego. Pero si no, esta nueva variante aporta poquito.

Creo que es un error conceptual. Por mucho que las mecánicas funcionen sin importar qué representa cada loseta o meeple, creo que el espíritu del juego es la ciudad medieval que le da nombre, y por eso le he dedicado unas cuantas líneas al comienzo del artículo. Adaptarlo a una temática tan absolutamente distinta como Star Wars es excesivo, por mucho que la gallina de huevos de Fuerza esté en plena forma.
Pero no quiero cerrar el artículo sin volver a recomendar el Carcassonne original, o alguna de sus buenas variantes, como The City (personalmente mi favorita, que introduce una mecánica de torres y murallas que le añade un grado de complejidad interesante, además de ser visualmente muy atractivo) o el ya mencionado Junior. Excelentes todos para pasar un buen rato y/o para iniciar a nuevos jugones.
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Yo soy otro de los idiotas que comentas. Pero quizá idiota profundo… Fui al sur de Francia de vacaciones y me llevé desde España el juego, cargando con él todo el tiempo, sólo para sacarme una foto junto a la muralla con la caja al lado. No me arrepiento pero acepto las potenciales mofas 😀
Aparte de esta tontuna, recomiendo mucho visitar la ciudadela. Está excelentemente conservada y es muy muy bonita tanto por fuera como por dentro. A mí que me encanta todo lo medieval, parecía estar caminando por una auténtica ciudad de esa época.
Sobre el juego, fue uno de los primeros que compré cuando empezó la fiebre por los juegos de mesa. Para jugar en plan tranquilos es de lo mejorcito que hay. También muy recomendable para niños.
La versión de Star Wars no me convence. Además me resulta hasta difícil, como jugador de mesa, pensar que pueda gustar a otro jugador de mesa que sea fan de la saga.
Di que sí Fran, seguro que lo disfrutaste.
Y sobre la versión SW, pues lo dicho, a mí tampoco me convence.
Yo soy otro de los idiotas que comentas. Pero quizá idiota profundo… Fui al sur de Francia de vacaciones y me llevé desde España el juego, cargando con él todo el tiempo, sólo para sacarme una foto junto a la muralla con la caja al lado. No me arrepiento pero acepto las potenciales mofas 😀
Aparte de esta tontuna, recomiendo mucho visitar la ciudadela. Está excelentemente conservada y es muy muy bonita tanto por fuera como por dentro. A mí que me encanta todo lo medieval, parecía estar caminando por una auténtica ciudad de esa época.
Sobre el juego, fue uno de los primeros que compré cuando empezó la fiebre por los juegos de mesa. Para jugar en plan tranquilos es de lo mejorcito que hay. También muy recomendable para niños.
La versión de Star Wars no me convence. Además me resulta hasta difícil, como jugador de mesa, pensar que pueda gustar a otro jugador de mesa que sea fan de la saga.
Di que sí Fran, seguro que lo disfrutaste.
Y sobre la versión SW, pues lo dicho, a mí tampoco me convence.