Una «Guerra del Agua» en el año 1922, tras la Gran Guerra, cuando la maquinaria industrial se vuelca en la obtención de energía hidroeléctrica y… bla bla bla.
Me vais a perdonar pero, por una vez, creo que el argumento del juego es lo de menos. Desde que comencé con este blog (ya ha llovido) siempre he dicho que la esencia de los juegos es la historia que cuentan. Un parchís no deja de ser un montón de fichas de plástico que movemos con una serie de reglas por un tablero de cartón. Pero si esas fichas tienen nombre y el cartón representa algo y las reglas tienen un sentido, entonces la cosa cambia mucho. A mejor.
Barrage es un juego de construcción de presas de agua para producir energía mediante centrales eléctricas. Repito: construcción de presas de agua.
Me lo podéis pintar de muchas formas, pero la premisa argumental no es divertida. Al menos no para mí.
Sin embargo, nos encontramos ante un gran juego. Veamos por qué.
Barrage, definición de eurogame
¿No te gustan los eurogames? No sigas leyendo. Si no sabes lo que es un eurogame, en este artículo lo explico (o lo explica alguien que sabe más que yo de esto).
Barrage es el ejemplo perfecto de lo que es un eurogame: colocación de trabajadores y gestión de recursos para puntuar más que los demás.
Pues eso. Tal cual. Aquí la diversión está en buscar tu estrategia para obtener el mayor rendimiento posible. Y lo que hace que Barrage sea un gran eurogame es que hay muchas posibilidades.
Pero antes de seguir, voy a intentar resumir el juego a grandes rasgos.
En primer lugar tenemos el tablero principal, donde vamos a construir las presas y por el que fluye el agua, y donde se llevará el conteo de puntos de victoria. Nada que comentar por aquí: es funcional y está bien diseñado pese al lío de tuberías que conectan los embalses. Aunque es un cartón aparte, incluyo aquí también el tablero de energía, que es el que mide la producción de la misma en cada turno.
En segundo lugar está el tablero de gestión, donde iremos colocando los trabajadores para ir desarrollando nuestra estrategia en cada turno: recursos, contratos, ingresos, generar energía… Y que probablemente sea el tablero principal, no sólo porque la elección de las acciones correctas va a ser clave, sino porque cada trabajador que ocupe una acción es una posibilidad que le quitamos a nuestros rivales, y por tanto ésta es la principal fuente de interacción con ellos.
Y en tercer lugar está el panel personal, que además de ser único para cada jugador (aunque esencialmente sean lo mismo) incluye la rueda de construcción, que es tal vez lo más llamativo de este juego y su mecánica principal: en dicha rueda iremos colocando los recursos, que sólo estarán disponibles cuando la rueda dé un giro completo, por lo que la planificación va a ser clave.
El resto son detalles acerca de cómo interactúa todo, no me voy a extender en ellos porque esto es una reseña, no el manual de juego. Pero os podéis imaginar de qué va la cosa: con los recursos suficientes y necesarios (excavadoras y hormigoneras, y por supuesto dinero) vamos construyendo las presas y centrales eléctricas. Y con la correspondiente gestión del caudal del agua, que será lo que haya que optimizar, se generará la energía.
Parece complejo… y lo es. Pero es el típico juego que una vez pasado el primer turno ya ves por dónde va la cosa y puedes elaborar tu estrategia, que es lo que importa al final.

Sensaciones
En líneas generales son buenas. Se nota que estamos ante un juego con mucho testeo, bien diseñado, con mecánicas que funcionan. Complejo pero que se puede entender, en este sentido me ha recordado mucho al Scythe.
Quiero insistir en que estamos hablando de un eurogame de manual. Como dice Chema Pamundi en alguno de sus tochovídeos, y si me permitís la expresión, la gracia está en que te folle la cabeza. Que salgas de la partida echando humo por las orejas, vamos.
Obviamente, el riesgo de parálisis por análisis es extremo. Pero es que es la esencia del juego, así que en este caso ni siquiera lo voy a poner como un factor negativo. Repito: hay que saber a qué se está jugando. Si no piensas lo que estás haciendo, vas mal.
Dicho esto, una vez le pillas el tranquillo la cosa avanza con fluidez, muestra de que el juego está bien diseñado y en absoluto se hace lento o pesado, sobre todo si todos los jugadores contribuyen a ello siendo un poco ágiles.
Otro juego que ve la luz gracias al mecenazgo
Ya no debería sorprenderme. Barrage es producto de un micromecenazgo en Kickstarter. Otro más, quiero decir. Que ya son unos cuantos los buenos juegos de mesa que existen gracias a este método.
Esto tiene una parte buena y una parte mala.
La buena es que cuando tanta gente apuesta por ello la posibilidad de fracaso es pequeña. Por mucha campaña de marketing que tengas, si lo que vendes no convence, y más en el mundo de los juegos de mesa, donde ya hay de todo, por cierto, pues no vas a conseguir convencer al personal. Todavía en el caso de los juegos de miniaturas hay más margen de maniobra, ya que unas buenas minis se venden solas aunque el juego sea malo. Pero aquí hablamos de cartón y piececitas de madera.
Es decir, de alguna manera creo que un producto que ha visto la luz tras el apoyo de varios mecenas mediante una preventa, a mí por lo menos me genera bastante confianza.
La parte mala, sin embargo, viene por la propia naturaleza del mercado. Suele pasar: los juegos que salen así siempre tienen expansiones que se llevan los mecenas que han pagado por ellas. Es lógico. Y claro, si llegan al circuito de mercado normal, pues ya sabes que te va a tocar comprar esas expansiones si quieres tener el juego completo.
Es lo que hay. Si queréis jugar al Barrage tal y como fue inicialmente diseñado, toca adquirirlas.
Lo mejor de Barrage
- La mecánica de la rueda.
- El diseño: funcional y al mismo tiempo agradable. Muy cuidado.
- Como buen eurogame, te hace pensar.
Lo peor de Barrage
- Como buen eurogame, igual te hace pensar demasiado.
- La temática. A mí no me convence.
- El precio: 60 – 65€ por este juego es excesivo. Expansiones aparte.
Conclusiones
Aún a riesgo de repetirme, vuelvo a lo mismo: esto es un eurogame. Y va de construir presas y centrales hidráulicas. La diversión está en la gestión de los recursos, en darle al coco y en planificar una estrategia.
Si te gustan los euros, es un gran juego. Si no, no sé qué haces leyendo esto todavía.
Aquí te dejo el enlace de compra, como siempre.
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Pues a mí la temática me gusta. En general aprecio casi cualquier trasfondo siempre que vaya de la mano de la mecánica del juego, y en este lo han bordado; a veces nos encontramos con eurojuegos a los que les han puesto un tema por decir que tiene algo, sin relación real con el juego en sí, pero desde luego este no es el caso. Efectivamente, como juego es de los durillos, está bien advertirlo.
Sí es verdad que el diseño va acorde con el trasfondo, aunque yo lo veo más eso, un acierto de diseño.