Los marines primaris llegaron con la octava edición, y supusieron toda una revolución para el juego y el hobby, por varios motivos.
Desde entonces, en el lore se ha hablado mucho de lo difícil que es «cruzar el Rubicón Primaris». Una expresión que se utiliza casi constantemente, cuando un marine achaparrado pasa por el difícil y peligroso proceso de la primarización. Lo que poca gente sabe es de dónde viene esta expresión.
Hoy vengo con uno de esos artículos que me gustan especialmente, que aúnan historia con cultura popular, en este caso, cultura warhammeril.
Y como suele pasar, la cosa comienza con el Imperio Romano…

El Río Rubicón
El Rubicón es un río que se encuentra al noreste de Italia, fluye por la Vía Emilia y desemboca en el Mar Adriático, al sur de Europa. En el año 59 a.C., servía como frontera natural entre las provincias romanas de Italia y la Galia Cisalpina.
No se trataba de una simple línea en el mapa con carácter administrativo. Según el derecho romano, ningún general romano podía cruzarlo con su ejército en armas. Una medida para proteger Roma de cualquier invasor, incluyendo a otros romanos.
Diez años después, en el 49 a.C., Roma se encuentra al borde de la guerra civil. Julio César, brillante vencedor en la Galia, de donde es gobernador y ha amasado fortuna y gloria, aspira a ser nombrado Cónsul. Pero el Senado se lo niega, manipulado por su enemigo Pompeyo, que conspira para arrebatarle el poder. Su plan es enjuiciar a César por corrupción.
Total, que César no está por la labor. Se sabe poderoso y no le tiene miedo ni a Pompeyo ni al Senado. Pero claro, la única solución que le queda es la militar. Así que en la noche del 11 al 12 de enero se planta ante el Rubicón con su ejército.
Y toma la decisión que va a cambiar la historia. De Roma y, por extensión, de Europa y del mundo.
Cruza el Rubicón mientras pronuncia la famosa frase:
Alea iacta est
Que traducido significa «la suerte está echada». O, en castellano moderno, «a tomar por culo».
Al parecer, según Suetonio, también pronuncia una frase del dramaturgo ateniense Meandro: «Que empiece el juego». Pero eso como que ha quedado en un segundo plano.
No hay marcha atrás. Vencer o morir. Ese simple gesto (el Rubicón no es tan ancho, el acto es más simbólico que otra cosa) desata la guerra civil que, finalmente, supondrá el final de la República y el inicio del Imperio. Pero eso ya es otra historia.
El caso es que desde entonces se utiliza la expresión «cruzar el Rubicón» cuando alguien se lanza irrevocablemente a una empresa de arriesgadas consecuencias.

El Rubicón primaris
¿Y qué tiene que ver todo esto con la primarización de los marines?
Los marines primaris, esencialmente, son astartes con tres órganos extra: el Magnificat, que está alojado en el cerebro y tiene funciones estimulantes; los Tendones bobina, que recubren los tendones naturales mejorando la resistencia; y sobre todo el famoso Horno Belisario, que mete un chute de esteroides y otras sustancias cuando el marine recibe un golpe mortal.
Hay dos formas de que un astartes obtenga estos órganos y sea un primaris: o bien ya ha sido creado así en el proceso de conversión de humano a astartes, o bien es un marine clásico (achaparrado) al que hay que implantarle estos tres órganos.
En este segundo caso, la complicada operación se llama cruzar el Rubicón primaris, y conlleva un enorme riesgo. El cuerpo del marine se abre de la cabeza a los pies para implantarle estos tres órganos, en un traumático proceso que dura varios días. Son muchos los que no sobreviven, de hecho se da una cifra del 61,6% (esta cifra apareció en el suplemento de Vigilus).
Es decir, más de la mitad de los que lo intentan mueren en el proceso. Aunque la realidad es que de todos los vips que ya han pasado por ello no ha muerto ni uno: siempre ha habido clases. La lista de ilustres va creciendo poco a poco: Marneus Calgar, Tigurius, Mephiston, Kayvaan Shrike…
El caso es que hay que echarle un par para intentarlo. En muchos casos no queda más remedio, siendo la única solución para sobrevivir a las graves heridas recibidas tras un combate, como le ocurrió al capitán Lazarus de los Ángeles Oscuros o Ragnar de los Lobos Espaciales. Pero si el marine está entero, no parece muy claro que el riesgo compense. Si lo consigue, saldrá del proceso más alto, más resistente, más guapo, más letal… pero si no, hasta ahí habrá llegado.
Por eso se le llama «cruzar el Rubicón primaris»: una vez empiezas, no hay marcha atrás. La suerte está echada.
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Pregunta, los primaris también pasan por exploradores/neófitos? No he visto ninguna cosa que lo confirme (aunque lo pueden obviar), y los phobos ya dijeron que son primaris 100%.
Marneus Calgar es el mejor ejemplo.
Marne(o el Carlo Magno de 40k) paso el Rubicón, no fue para nada neófito en ese momento
La verdad es que no lo sé. Pero lo lógico es que pasen un periodo de aprendizaje y entrenamiento, como todos. Nadie nace sabido, por muy primaris que uno sea.
No hay información al respecto. Lo único que te dice el trasfondo es que cuando terminan su adiestramiento, un primaris es capaz de hacer cualquier rol (intercessor, infiltrador, inceptor, etc..) cambiándose piezas de la armadura y son expertos en esos roles, y ya.
Ya GW dará una explicación oficial cuando les de por sacar exploradores primaris si eso XD, mientras el trasfondo seguira incompleto.