Recientemente he tenido la suerte de poder participar en el último podcast de Diálogos de bolsillo, que cierra (si no me equivoco) su primera y exitosa temporada. Diálogos de Bolsillo es un podcast en el que mis amigos Xandre y Fran conversan, derrochando inteligencia y humor, con diversos invitados acerca de los temas que a ellos les parecen interesantes, siendo tan variados como el fútbol, la historia, Star Wars, batallas o, en el caso que nos ocupa, los juegos de rol. Para los que aún no lo conozcáis, os lo recomiendo.
Lo primero de todo quiero agradecer que me invitasen a participar. Ha sido una maravillosa experiencia en la que me vi rodeado de gente fascinante con ganas de hablar de lo mismo que me gusta a mí. Por problemas del directo sólo pude participar en el primer bloque, quedándome con las ganas de participar en el interesante debate que se generó en el segundo y sobre todo tercer bloques.
Nunca es tarde si la dicha es buena, así que aprovecharé este espacio para aportar mi propia opinión de muchas cosas que se dijeron. La verdad es que fueron muchas, muchísimas cosas; tengo algo que decir para casi cada frase que se dijo en el podcast, lo cual es inviable, pero sí quiero profundizar en unos pocos conceptos.
Os recomiendo escuchar el podcast antes de seguir leyendo este artículo, porque haré una continua alusión a comentarios hechos en él.
Estoy demasiado viejo para esto
No puedo resumirlo mejor. Es de lo que se habló en buena parte del debate. Estoy hablando de treintañeros que intentan justificar la supuesta «muerte del rol» con el hecho de que ya no se juega como se jugaba antes, que los videojuegos lo inundan todo, y que cada vez se venden menos juegos de rol. La nostalgia es palpable en todo el podcast.
Alguien lo dijo, creo que fue Fran: conozco gente que va a ser padre en breves, y entonces se le acabó el tiempo. Pues sí, ésa es la triste realidad, la vida cambia y cada vez es más difícil. Hace poco publiqué este artículo en el que hablaba precisamente de esto. En ese mismo artículo argumentaba con ejemplos que conozco de primera mano que estos obstáculos se pueden salvar si hay ganas e ilusión, eso sí, con un considerable esfuerzo.
Xandre ha dicho en el podcast que el rol está muerto para las nuevas generaciones. Pero yo opino que la ilusión, las ganas de divertirse con los amigos, la imaginación, la narrativa… no entienden de generaciones. A ver si va a resultar ahora que los chavales no tienen imaginación. No me lo creo. Si hay algún maestro de instituto leyendo estas líneas, le solicito que haga un pequeño experimento estadístico, preguntando en sus clases quiénes conocen y/o juegan al rol; creo que el resultado nos va a sorprender a todos.
El Imperio de los videojuegos
Los videojuegos han ganado. Es un hecho, además inevitable y, si me apuráis, motivo de celebración. Las nuevas generaciones, cada vez más, dedican tiempo, dinero e ilusión al videojuego de moda, con el que además pueden jugar con sus amigos. Y por cierto, las viejas generaciones también.
Pero un momento, yo recuerdo que en mis años mozos a mí me tenían que poner una hora para dejar enfriar un poco el bendito Spectrum, porque también podía tirarme horas pegado a la pantalla. ¿Qué ha cambiado? ¿Qué me diferenciaba a mí de los chavales de ahora?
Pues que yo tenía 2, 3, 10 videojuegos. Tirando a simples, con un comienzo y un final. Y los chavales de ahora tienen potencialmente infinitos videojuegos, pues hay juegos que no acaban nunca, sobre todo si son multijugador; y hay internet, y videojuegos en el móvil, y muchísimos son gratuitos. O sea, la oferta es abrumadora, muy superior a la demanda. Y ya no son sólo videojuegos: lo mismo pasa con el mundo del cómic, manga, ánime, cosplay, y por supuesto novelas. Y para los que no tengan una afición de éstas, pues están youtube, instagram… En fin, que el que se aburre es porque quiere, hay muchísimo entretenimiento que es (palabra clave, alguien lo dijo en el podcast) inmediato.
Ya está, eso es todo, es una cuestión de tiempos, de filtrar y de organizarse. El día tiene 24 horas para todo el mundo, y hay que gestionarlas. No está mal que los chavales dediquen horas a videojuegos, pero hay que enseñarles a diversificar, que hay vida más allá de los píxels, y que merece la pena. Vivimos unos tiempos en los que todo va demasiado rápido, por eso tal vez alguien no pueda o quiera dedicar varias horas o días en leerse un tocho de manual para jugar a un juego (de rol o de lo que sea).
Bueno, pues simplifiquemos el manual, simplifiquemos las reglas, simplifiquemos el concepto… hay que ponérselo fácil a los que están empezando. No olvidemos una cosa, sobre todo los veteranos: antes de aprender a correr hay que aprender a caminar, y antes a gatear. No está mal que un juego sea simple si sirve para introducir a alguien al hobby; el resto caerá por su propio peso, porque en el momento en que 4 amigos se junten alrededor de una mesa y tiren unos dados, si les gusta ya estarán enganchados. Así empezamos todos, con un Heroquest, con un librojuego, o con un amigo que tiraba dados en las escaleras de su casa o en el patio del colegio.
Dicho de otra forma, y a lo que voy, el rol tiene que evolucionar si quiere hacerle la competencia a otros entretenimientos, pero aún tiene su hueco, claro que sí.
Hubo quien dijo que la televisión acabaría con la radio. No sólo no es cierto, sino que la radio ha evolucionado a algo mejor, y a día de hoy los podcast (al fin y al cabo otra forma de hacer radio) son una realidad poderosa. Pues con el rol pasa lo mismo: no se trata de hacerle competencia a los videojuegos, se trata de afianzar un espacio que no puede rellenar ningún otro entretenimiento. Alguien lo dijo en el podcast, creo que fue Dani, y lo suscribo: nunca, jamás, se tendrá la misma sensación que la que se tiene alrededor de una mesa con los amigos cara a cara, con un máster que te narra una escena, y con la emoción de los dados rodando por la mesa.
¿El rol ha muerto?
En mi opinión (y sin faltar a nadie), decir esto es tan estúpido como decir que el ajedrez ha muerto. Estoy bastante seguro de que todos los asistentes al podcast sabíamos jugar al ajedrez, y puede que incluso fuésemos buenos jugadores en nuestros tiempos. Y también estoy casi seguro de que hace años que ninguno de nosotros echamos una partida de ajedrez. Entonces, ¿está muerto el ajedrez? Claro que no, el número absoluto de jugadores a día de hoy probablemente sea el mayor de la historia (aunque, en porcentaje de población, seguramente esté en mínimos). Pues lo mismo pasa con el rol.
Lo que sí ha «muerto» son los juegos clásicos, entendiendo como «muertos» al hecho de que estén descatalogados, que ya no se publican suplementos nuevos y casi nadie se molesta en sacar nuevo material o nuevas ideas para estos juegos. Algo por otra parte bastante lógico: todos los juegos de rol tienen un ciclo de vida «útil», nacen, crecen y mueren, por decirlo así. TODOS, incluso el D&D, que para eso saca nuevas versiones cuando la última ya no da más de sí (otra cosa es que no siempre mejoren a las anteriores, pero eso ya es otro cantar).
Lo que sí ha «muerto», al menos para los treintañeros que estábamos en ese podcast, es la vida relajada en la que podíamos dedicar toda la noche a jugar al rol. Ha muerto para nosotros, los treintañeros que recordamos con nostalgia la edad dorada del rol, y ha muerto para las nuevas generaciones, que seguramente encontrarán mejores formas de pasar la noche en vela (mejores no, pero sí más sencillas o, si lo preferís, inmediatas).
Pero el rol no ha muerto, claro que no. Es más, me atrevo a decir que está más vivo que nunca. Puedo enumerar muchos motivos difícilmente cuestionables:
- Hay mucha mayor oferta de juegos de rol: juegos nuevos, de calidad, bien editados y muy trabajados, que en buena parte mejoran los que ya habían. Y se están reeditando algunos clásicos mejorando las ediciones anteriores (pronto publicaré un artículo dedicado al Vampiro). Además, muchos son gratuitos, con lo que se facilita la adquisición de los mismos.
- Hay más medios: blogs como éste, foros, tiendas online, material descargable. En el podcast se contaban anécdotas de gente que tenía que recorrerse kilómetros para conseguir un libro, o para encontrar jugadores… eso ya no es necesario. Hay multitud de tiendas especializadas, franquicias como Generación X o Goblin trader (por mencionar sólo dos) que, lejos de cerrar, se expanden.
- Hay más facilidades: creo que lo comentaba Emilio en el podcast, antes soñábamos con poder tener un artefacto que nos permitiese jugar con nuestros amigos que estaban a kilómetros de distancia. Y nos veíamos forzados a jugar por correo. Hoy podemos jugar online conectados por Skype con una calidad más que razonable (yo lo he hecho, no hace mucho). Y mil ventajas tecnológicas más: por ejemplo ya no es necesario llevar una maleta con todos los suplementos, ahora podemos llevarnos en pdf todo lo que necesitemos y consultarlo en nuestra tablet. O la música.
- Hay más generaciones de jugadores: estamos los veteranos, la vieja guardia, y están las nuevas generaciones. Por tanto, hay más jugadores (en valor absoluto, aunque haya menos en porcentaje de población). Nosotros no tuvimos una generación anterior que nos enseñase a jugar, que nos animase a jugar, que nos facilitase jugar. Las nuevas generaciones sí lo tienen. ¿Alguien duda de que los padres roleros van a enseñar a sus hijos? Un ejemplo de esto es Warwick, que en su artículo dedicado a Pequeños detectives de monstruos nos muestra el camino.
- Se han superado los tabús: el mal llamado «crimen del rol», del que hablabais en el podcast, hizo muchísimo daño pero es cosa del pasado. El fan sigue siendo alguien raro, pero ya no tanto, ya no tiene que esconderse, es más, en muchos casos está de moda. Creo que lo dijo Dani en el podcast: los zombies son mainstream, los dragones son mainstream. El tipo que habla de Juego de tronos ya no es un tipo raro… ahora el rarito es el que no sabe de qué está hablando el otro.
- Hay muchas más fuentes de las que bebe el rol: los clásicos están de moda (El Señor de los Anillos, Star Wars, remakes varios…), y hay productos nuevos y de calidad en todos los ámbitos: lectura, cine, cómics… Suele decirse que los chavales ahora leen menos, ¿entonces por qué son auténticos exitazos de ventas las sagas de Crepúsculo, Harry Potter, Juego de Tronos o Los juegos del hambre?
- El mundo es más «pequeño», entendiendo como tal que es más accesible: antes había una convención de rol en EEUU y aquí en España no se enteraba nadie. Ahora el que no se entera es porque no está al día en las redes sociales.
La fuerza de la narrativa
Creo que fue Ramón el que comentaba en el podcast que lo que hace falta es un buen máster, un buen DJ. Alguien que con esfuerzo y ganas siga creando historias, siga haciendo que una buena partida merezca la pena, siga reclutando gente y enseñando cómo se juega, y siga haciendo de la narración un arte. Un juego de rol no es un libro, un juego de rol lo crean los jugadores, con el DJ a la cabeza. No puedo estar más de acuerdo con él.
Éste es un factor importantísimo, que es el que comentaba yo mismo en el primer bloque del programa: el movimiento fan. Los orígenes fueron difíciles, y pasada la edad dorada lo que mantiene vivo al rol no son las editoriales, son los fans. Lo que pasa es que muchos fans aún están en letargo, abrumados por la cantidad de información y de otras formas de entretenimiento que les absorbe el tiempo y los dineros; necesitan de un buen DJ que los despierte.
Una prueba de ello es este blog que estás leyendo. ¿Quién puede ser lo suficientemente estúpido como para invertir esfuerzo e ilusión en crear un blog de rol en el 2016? Pues alguien que sigue pasándoselo en grande jugando a esto. Alguien que disfruta cada partida como si fuese la última. Si el rol ha muerto, ¿qué coño estoy haciendo? Por favor, si estoy perdiendo el tiempo que alguien me lo diga, hasta ahora sólo he recibido palabras de ánimo.
Dicho esto, en el momento de estar escribiendo estas líneas estoy a menos de 48 horas de irme a mi propia convención rolística anual con mis colegas, como hacemos desde hace décadas, a echar horas jugando a juegos con solera como Ars Magica o Ragnarok (y sí, hay padres entre nosotros). No sin esfuerzo, eso es cierto.
El rol no morirá, nunca, mientras haya gente (me da igual de qué generación estemos hablando) que decida juntarse con sus amigos para vivir historias épicas y hacerlas realidad con un puñado de dados. Mientras haya narrativa, mientras haya imaginación y ganas de pasarlo bien, habrá un hueco para el rol. Puede que esté demasiado viejo para algunas cosas, pero no para esto. Llamadme iluso, llamadme soñador… sólo conseguiréis que suba de nivel.
Gary Gygax (q.e.p.d, como dijo Álex en el podcast, si no me equivoco, como divertido colofón final), murió fiel a su estilo con su camisa hawaiana y jugando al rol, a sus 70 años. 8 años después, su legado sigue vivo. Cada vez que unos dados suenan detrás de una pantalla, Gygax sonríe y asiente con la cabeza en señal de aprobación, donde quiera que esté.
So say we all.
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Pingback: Podcast de juegos de mesa - La taberna de Brottor
[…] Algunos de vosotros ya conocéis el magnífico podcast Diálogos de bolsillo, un programa de temas variados y muy interesantes que arrancó el año pasado y ya va por su segunda y exitosa temporada. Yo tuve la suerte de participar en el programa que dedicaron a los juegos de rol. […]
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[…] de los juegos de rol que a día de hoy, 20 años después, aún perdura: como dijo alguien en el podcast de Diálogos de Bolsillo del que tuve la suerte de participar, si vas a Google y escribes “crimen del”, la […]
Me encanta tu final tío, y no puedo estar más de acuerdo. Vivo en la quinta leche sin nadie para jugar y ahí estoy emocionado haciendome una ficha para jugar online. También los juegos de mesa tuvieron una etapa que todo el mundo pensaba que iba a desaparecer y míralos ahora. Vale que no es lo mismo, pero se parece.
El rol no ha muerto y no creo que muera. Irá pa arriba y pa abajo, pero al final es algo que por mucho videojuego que haya, nunca podrá igualar la libertad y el poder de la imaginación que tiene.
Gracias hombre. ¡Y ánimo, que la distancia sólo es relativa!
Me encanta tu final tío, y no puedo estar más de acuerdo. Vivo en la quinta leche sin nadie para jugar y ahí estoy emocionado haciendome una ficha para jugar online. También los juegos de mesa tuvieron una etapa que todo el mundo pensaba que iba a desaparecer y míralos ahora. Vale que no es lo mismo, pero se parece.
El rol no ha muerto y no creo que muera. Irá pa arriba y pa abajo, pero al final es algo que por mucho videojuego que haya, nunca podrá igualar la libertad y el poder de la imaginación que tiene.
Gracias hombre. ¡Y ánimo, que la distancia sólo es relativa!
Yo estoy bastante de acuerdo con lo suscrito por el podcast. Tiendas como Goblintrader y generación X seguro que subsisten a base de los juegos de mesa, que tan fuerte han pegado y pueden llegar a un público más casual, o incluso por wargames, donde realmente la necesidad de personal es de uno contra otro. El rol requiere varias personas, y cuantas más personas hay implicadas, mayor probabilidad de fallo. Y esto no es una cosa solo del rol, se aplica a cualquier ámbito de la vida xD
Yo a lo dicho subrayaría el daño que ha hecho el World of Warcraft, juego que ha triunfado en su inmensa mayoría por la legión de fans de Blizzard que se suben al carro de todo lo que hacen sin pensar. No digo que no sea un buen juego, pero una inmensa parte del mercado que no entiende el producto que tiene, ha pretendido hacer algo parecido a lo que hay en el WoW, y se ha cargado la industria de los MMORPGs y el rol. Lo comentásteis, y lo vuelvo a comentar yo. En el Star Wars Galaxies fue devastador cuando cambiaron radicalmente el sistema de juego para hacerlo rollo WoW, y los juegos de rol que lo adaptaron también se pegaron un tiro en el pie (D&D 4, por ejemplo).
De todas formas, yo siempre defiendo a capa y espada que con organización, interés, y sobre todo ganas, todo se puede hacer, independientemente de las horas que trabajes, o de los niños que tengas. Yo he jugado por foro, por web, por skype… todo herramientas para cubrir distancias, disponibilidades y problemas. El que no juega es porque no quiere. Lo tengo clarísimo.
Hombre, es verdad que el core del negocio de las tiendas tipo GenX o GT no son los juegos de rol, tal vez no haya sido un buen ejemplo por mi parte de algo que muestra la expansión, o al menos la no-muerte, del negocio del rol.
Del WoW y los videojuegos de rol prefiero no comentar nada; en mi opinión no son juegos de rol, son videojuegos con una componente rolística. Y lo digo como alguien que ha pasado cientos de horas jugando al WoW (he jugado desde los orígenes hasta hace muy poquito), soy uno de esos fans de Blizzard de los que hablas.
Y sí, el que no juega es porque no quiere (o porque no lo conoce y, por tanto, no quiere… todavía).
Yo estoy bastante de acuerdo con lo suscrito por el podcast. Tiendas como Goblintrader y generación X seguro que subsisten a base de los juegos de mesa, que tan fuerte han pegado y pueden llegar a un público más casual, o incluso por wargames, donde realmente la necesidad de personal es de uno contra otro. El rol requiere varias personas, y cuantas más personas hay implicadas, mayor probabilidad de fallo. Y esto no es una cosa solo del rol, se aplica a cualquier ámbito de la vida xD
Yo a lo dicho subrayaría el daño que ha hecho el World of Warcraft, juego que ha triunfado en su inmensa mayoría por la legión de fans de Blizzard que se suben al carro de todo lo que hacen sin pensar. No digo que no sea un buen juego, pero una inmensa parte del mercado que no entiende el producto que tiene, ha pretendido hacer algo parecido a lo que hay en el WoW, y se ha cargado la industria de los MMORPGs y el rol. Lo comentásteis, y lo vuelvo a comentar yo. En el Star Wars Galaxies fue devastador cuando cambiaron radicalmente el sistema de juego para hacerlo rollo WoW, y los juegos de rol que lo adaptaron también se pegaron un tiro en el pie (D&D 4, por ejemplo).
De todas formas, yo siempre defiendo a capa y espada que con organización, interés, y sobre todo ganas, todo se puede hacer, independientemente de las horas que trabajes, o de los niños que tengas. Yo he jugado por foro, por web, por skype… todo herramientas para cubrir distancias, disponibilidades y problemas. El que no juega es porque no quiere. Lo tengo clarísimo.
Hombre, es verdad que el core del negocio de las tiendas tipo GenX o GT no son los juegos de rol, tal vez no haya sido un buen ejemplo por mi parte de algo que muestra la expansión, o al menos la no-muerte, del negocio del rol.
Del WoW y los videojuegos de rol prefiero no comentar nada; en mi opinión no son juegos de rol, son videojuegos con una componente rolística. Y lo digo como alguien que ha pasado cientos de horas jugando al WoW (he jugado desde los orígenes hasta hace muy poquito), soy uno de esos fans de Blizzard de los que hablas.
Y sí, el que no juega es porque no quiere (o porque no lo conoce y, por tanto, no quiere… todavía).
Ante todo, gracias por la mención 🙂 Para nosotros también fue un gustazo poder compartir ese primer bloque contigo, y es una pena que no hubieras estado en ese debate final porque en realidad era lo más entretenido… pero no te preocupes, como decíamos al principio vamos a tenerte en la segunda temporada, y quizá más de una vez.
Sobre que el rol esté muerto o no, yo (Xandre) lo digo con una elipsis creía que obvia: «el rol de mesa que conocíamos está muerto», y así lo creo firmemente. Al contrario que el ajedrez, que es un único juego, el rol es una amalgama de reglamentos, trasfondos y mecánicas que aunque tiene cierta coherencia, no va a pervivir en el tiempo. Cuando los que aquí escribimos estemos acompañando a G.G. en el plano celestial subiendo niveles épicos, nadie más va a estar jugando con hojas de personaje sobre las que hay números y letras escritas a lápiz, tirando dados sobre una mesa y hablando alrededor de una mesa. ¿Habrá otro tipo de rol, más inmediato, basado en relaciones remotas online y en «partidas» de una hora? Sí, puede ser. ¿Tendrá continuidad un personaje en un mundo imaginario, existente sólo en la mente de un grupo de jugadores y un director de juego, humano o artificial? Sí, también podría ser. Pero a eso habrá que ponerle otro nombre. «Rol de mesa», o como queramos llamar a lo que hacíamos mucho antes y hacemos muy raramente ahora, no es el nombre que podremos poner a la evolución del rol. Y ojo, yo estoy contigo en que el fenómeno fan puede permitir que el espíritu de los juegos de rol perviva, pero a día de hoy ni los MMORPG, ni el rol en vivo, ni los juegos de mesa, ni los wargames, ni los juegos de cartas, ni los comics, ni el merchandishing, que tanto dan de comer a Generación X o Goblin Trader, son juegos de rol como los que había. Son productos paralelos, cercanos, primos… pero son otra cosa.
Por desgracia creo que cuando ese maestro de instituto que está al fondo de la taberna termine su cerveza enana y salga para mañana preguntar a sus alumnos, todos ellos millenials fans de El Rubius y usuarios de Pokemon Go, la respuesta no va a sorprenderme. Ninguno de ellos juega al rol tirando dados alrededor de una mesa frente a una hojas de papel y hablando con otros 4 amigos durante 6 horas seguidas.
Ponme otra ronda de licor gnomo, porque el debate da para mucho…
Ya sabía yo que serías el primer discrepante. Bueno, podemos tirarnos discutiendo horas, así que no voy a añadir casi nada, tan sólo un dato: el otro día me acerqué por Generación X, la misma por la que hace unos 20 años tenía dos estanterías llenas de juegos de rol. ¿Sabes cuánto ocupaban los juegos de rol el otro día? Dos estanterías.
Y un apunte: «no va a pervivir en el tiempo» no es lo mismo que haber muerto. En cualquier caso creo que coincidimos en una cosa, en la evolución inevitable del hobby.
Pero tienen dos estanterías porque gracias a diversos factores que ya has analizado en otros artículos, lo friki es mainstream y eso permite que existan tiendas de ese calibre. Pero el rol es algo muy minoritario, y el ejemplo es que hace 20 años, en la edad dorada, yo compré juegos de rol y módulos en un kiosko. Sí, en un kiosko, junto al PCFútbol, comics, el Hola, el Pronto y el Marca, había juegos de rol. Por no hablar de que no había ni un solo Corte Inglés sin su zona de juegos de rol en un limbo entre la librería y la juguetería, pero siempre había en una o en la otra. Eso sí que era distribución porque había demanda, a pesar de que la oferta no estaba preparada por lo repentino de todo. Ahora la oferta es profesional, especializada y elegante, pero la demanda es tan baja que están recluidos a sus dos estanterías en una tienda que gana dinero con otra cosa pero que tiene todavía un pequeño grupo de clientes gruñones y viejos que compran rol de vez en cuando.
Empiezo a pensar que para la segunda temporada de DdB, el tema rolero a tratar debería ser un debate de ideas sobre posibles evoluciones viables del rol hacia otra cosa pero que mantenga el espíritu.
Hay otro punto de vista, y es que la gente compra menos en tiendas y más por internet, con lo que mantener el mismo nivel de ventas para una tienda es todo un logro, no digamos si además hay más tiendas y por tanto más competencia. Pero bueno no voy a discutir que la demanda es más baja que en la edad dorada, eso sí es verdad.
Si hacéis otra sesión en DdB dedicada al rol, desde luego habría que hacer un esfuerzo por evitar, en la medida de lo posible, el componente nostálgico y las batallitas de los abuelos. Que parecíamos todos veteranos de la guerra contando nuestras grandes hazañas. Le dio al programa un toque único y especial, pero para un segundo programa habría que cambiar el registro.
Hola a todos.
Sinceramente siin ánimo de ofender, discrepo al respecto de que «el rol de mesa que conocíamos está muerto»
La esperanza de vida en España ya supera los 80 años.
El Rol de siempre no ha muerto, y tardará en morir, en el peor de los casos, unos 45 años, que será si nada lo impide, el momento en que yo y muchos como yo, dejaremos de dar el coñazo al respecto.
Recordad que antes, en los institutos, solía haber 1 jugador por clase, puede que dos. Esto nunca nos desanimó. De hecho, cuando muchos decían que «jugaban a rol», lo que hacían era tirar dados, presumir de lo «raritos que eran» y no volver a sentarse a jugar nunca más.
Los recursos online, las redes sociales, y demás herramientas, son eso, herramientas, y no juegos de rol de segunda generación.
Se irá la luz, y seguiremos jugando, en la oscuridad.
Saludos.
Sospecho que gente como tú tiene la capacidad de dar el coñazo más allá de la muerte, así que… ¿por qué un límite de 45 años? 🙂
Cierto. Seguramente grabe un video, en plan: «si puedes ver esto, es que ha pasado lo peor… yo caigo PERO EL ROL VIVEEEEE»
Siempre es un placer debatir con vosotros.
Ante todo, gracias por la mención 🙂 Para nosotros también fue un gustazo poder compartir ese primer bloque contigo, y es una pena que no hubieras estado en ese debate final porque en realidad era lo más entretenido… pero no te preocupes, como decíamos al principio vamos a tenerte en la segunda temporada, y quizá más de una vez.
Sobre que el rol esté muerto o no, yo (Xandre) lo digo con una elipsis creía que obvia: «el rol de mesa que conocíamos está muerto», y así lo creo firmemente. Al contrario que el ajedrez, que es un único juego, el rol es una amalgama de reglamentos, trasfondos y mecánicas que aunque tiene cierta coherencia, no va a pervivir en el tiempo. Cuando los que aquí escribimos estemos acompañando a G.G. en el plano celestial subiendo niveles épicos, nadie más va a estar jugando con hojas de personaje sobre las que hay números y letras escritas a lápiz, tirando dados sobre una mesa y hablando alrededor de una mesa. ¿Habrá otro tipo de rol, más inmediato, basado en relaciones remotas online y en «partidas» de una hora? Sí, puede ser. ¿Tendrá continuidad un personaje en un mundo imaginario, existente sólo en la mente de un grupo de jugadores y un director de juego, humano o artificial? Sí, también podría ser. Pero a eso habrá que ponerle otro nombre. «Rol de mesa», o como queramos llamar a lo que hacíamos mucho antes y hacemos muy raramente ahora, no es el nombre que podremos poner a la evolución del rol. Y ojo, yo estoy contigo en que el fenómeno fan puede permitir que el espíritu de los juegos de rol perviva, pero a día de hoy ni los MMORPG, ni el rol en vivo, ni los juegos de mesa, ni los wargames, ni los juegos de cartas, ni los comics, ni el merchandishing, que tanto dan de comer a Generación X o Goblin Trader, son juegos de rol como los que había. Son productos paralelos, cercanos, primos… pero son otra cosa.
Por desgracia creo que cuando ese maestro de instituto que está al fondo de la taberna termine su cerveza enana y salga para mañana preguntar a sus alumnos, todos ellos millenials fans de El Rubius y usuarios de Pokemon Go, la respuesta no va a sorprenderme. Ninguno de ellos juega al rol tirando dados alrededor de una mesa frente a una hojas de papel y hablando con otros 4 amigos durante 6 horas seguidas.
Ponme otra ronda de licor gnomo, porque el debate da para mucho…
Ya sabía yo que serías el primer discrepante. Bueno, podemos tirarnos discutiendo horas, así que no voy a añadir casi nada, tan sólo un dato: el otro día me acerqué por Generación X, la misma por la que hace unos 20 años tenía dos estanterías llenas de juegos de rol. ¿Sabes cuánto ocupaban los juegos de rol el otro día? Dos estanterías.
Y un apunte: «no va a pervivir en el tiempo» no es lo mismo que haber muerto. En cualquier caso creo que coincidimos en una cosa, en la evolución inevitable del hobby.
Pero tienen dos estanterías porque gracias a diversos factores que ya has analizado en otros artículos, lo friki es mainstream y eso permite que existan tiendas de ese calibre. Pero el rol es algo muy minoritario, y el ejemplo es que hace 20 años, en la edad dorada, yo compré juegos de rol y módulos en un kiosko. Sí, en un kiosko, junto al PCFútbol, comics, el Hola, el Pronto y el Marca, había juegos de rol. Por no hablar de que no había ni un solo Corte Inglés sin su zona de juegos de rol en un limbo entre la librería y la juguetería, pero siempre había en una o en la otra. Eso sí que era distribución porque había demanda, a pesar de que la oferta no estaba preparada por lo repentino de todo. Ahora la oferta es profesional, especializada y elegante, pero la demanda es tan baja que están recluidos a sus dos estanterías en una tienda que gana dinero con otra cosa pero que tiene todavía un pequeño grupo de clientes gruñones y viejos que compran rol de vez en cuando.
Empiezo a pensar que para la segunda temporada de DdB, el tema rolero a tratar debería ser un debate de ideas sobre posibles evoluciones viables del rol hacia otra cosa pero que mantenga el espíritu.
Hay otro punto de vista, y es que la gente compra menos en tiendas y más por internet, con lo que mantener el mismo nivel de ventas para una tienda es todo un logro, no digamos si además hay más tiendas y por tanto más competencia. Pero bueno no voy a discutir que la demanda es más baja que en la edad dorada, eso sí es verdad.
Si hacéis otra sesión en DdB dedicada al rol, desde luego habría que hacer un esfuerzo por evitar, en la medida de lo posible, el componente nostálgico y las batallitas de los abuelos. Que parecíamos todos veteranos de la guerra contando nuestras grandes hazañas. Le dio al programa un toque único y especial, pero para un segundo programa habría que cambiar el registro.
Hola a todos.
Sinceramente siin ánimo de ofender, discrepo al respecto de que «el rol de mesa que conocíamos está muerto»
La esperanza de vida en España ya supera los 80 años.
El Rol de siempre no ha muerto, y tardará en morir, en el peor de los casos, unos 45 años, que será si nada lo impide, el momento en que yo y muchos como yo, dejaremos de dar el coñazo al respecto.
Recordad que antes, en los institutos, solía haber 1 jugador por clase, puede que dos. Esto nunca nos desanimó. De hecho, cuando muchos decían que «jugaban a rol», lo que hacían era tirar dados, presumir de lo «raritos que eran» y no volver a sentarse a jugar nunca más.
Los recursos online, las redes sociales, y demás herramientas, son eso, herramientas, y no juegos de rol de segunda generación.
Se irá la luz, y seguiremos jugando, en la oscuridad.
Saludos.
Sospecho que gente como tú tiene la capacidad de dar el coñazo más allá de la muerte, así que… ¿por qué un límite de 45 años? 🙂
Cierto. Seguramente grabe un video, en plan: «si puedes ver esto, es que ha pasado lo peor… yo caigo PERO EL ROL VIVEEEEE»
Siempre es un placer debatir con vosotros.