Esto es un no parar. Las novedades en las últimas semanas son abrumadoras, tanto en cantidad como en importancia.
Debería estar sacando un artículo por semana, como mínimo, pero apenas me da tiempo a procesarlo todo, mucho menos a escribirlo. Qué menos que intentar condensar en una primera píldora mis impresiones de todo lo que está pasando. ¿Por dónde empiezo?
Décima edición
Aunque el avance de trasfondo es importantísimo, esto es wh40k, y para mí lo más importante es el juego.
Estamos viviendo un momento irrepetible.
No, mentira. Este momento es idéntico al que vivimos del paso de séptima a octava. Con la diferencia de que la séptima edición era infame, mientras que la novena es la mejor que hemos jugado nunca.
¿Es así? ¿Realmente la séptima fue la peor y la novena la mejor?
Bueno, no me voy a meter en este charco. O mejor dicho, ahora que me he metido, voy a intentar salir de él sin mancharme demasiado.
Séptima fue infame porque no había todo lo que hay ahora: no había un balance cada poco, sólo una escalada sin control de novedades a cual más loca, con los famosos «decuriones», destacamentos loquísimos y completamente rotos, unidades rotísimas como los Caballeros Espectrales, que a día de hoy siguen pagando haberse convertido en eso; y con reglas demasiado farragosas, entre plantillas, encaramiento de vehículos, duelos de personajes… Un horror.
Entonces llegó octava y todo cambió. Mucha gente que había abandonado el juego volvió, y con eso lo digo todo. También vino acompañado de un avance importante en el trasfondo, pero de eso hablaré después. Octava se convirtió, para muchos (también para mí) en la mejor edición de todas. Y luego llegó novena, que aunque fue una ampliación de la anterior, no introdujo pocos cambios, la mayoría para mejor. Así que técnicamente podría decirse que la novena es la mejor edición jugada hasta la fecha, aunque se haya complicado demasiado y algunos estemos un poco hastiados.
Por tanto, vuelvo a lo de antes: el cambio de novena a décima va a ser muy notable. De momento, todo lo que estoy leyendo me está gustando: más simplicidad de reglas sin perder profundidad en el juego; mayor relevancia de los vehículos (aunque ya prometieron esto en novena también, sin conseguirlo… veremos); un uso distinto de los personajes y sus auras; menos estratagemas pero más usables. Adiós a las disciplinas psíquicas, que no a los poderes psíquicos, que serán habilidades de personajes contenidas en sus hojas de datos, y adiós a la fase psíquica. Y el enésimo intento de que la moral sirva para algo (parece que van bien encaminados, pero ya veremos).
Un punto importante va a ser la simplificación de facciones y subfacciones. Como jugador de Ángeles Sangrientos, esto me está dando bastante miedo. La idea no es mala: condensar en dos hojas lo que a día de hoy ocupa fácilmente diez, pero al final no usas casi nada. Me da miedo porque tiene pinta de que se va a perder bastante personalidad a nivel de reglas, quedando la verdadera distinción entre capítulos en sus personajes y unidades especiales. Pero de momento le doy a GW un voto de confianza, ya que, al menos, hay señales de que por fin se va a dar el tratamiento que llevo dos ediciones pidiendo para los primaris / achaparrados. Cruzo los dedos.
En fin, la información va llegando con cuentagotas y la vamos procesando poco a poco, pero aún nos faltan casi todas las piezas del puzzle. La clave, sin embargo, no la tendremos hasta que tengamos las reglas al completo, y en particular los «índex», o como los llamen esta vez: la adaptación de todas las hojas de datos y reglas de ejército, y empecemos a jugar las primeras partidas.
Porque lo que está claro es que vamos a tener que volver a aprender a jugar. Será, una vez más, el mismo juego, la misma mecánica, el mismo concepto, pero con un uso completamente distinto. Y eso es divertidísimo, pero al mismo tiempo peligrosísimo: los cambios gordos pueden ser muy buenos o muy malos. Dependerán mucho del testeo que hayan hecho. Por suerte, GW en los últimos años nos está garantizando que tiene un ojo permanentemente puesto en las reglas, y nos está mostrando flexibilidad suficiente como para recular y corregir lo que haga falta en un tiempo razonable.
Personalmente, yo ya no quiero jugar novena. Me da una pereza extrema. Estoy esperando décima como agua de mayo (puede que literalmente… aunque sospecho que más bien va a ser para junio). Y cuando llegue, volvemos a hablar.
Lion el’Jonson
Las Arcas del Augurio nos traen el arco narrativo del momento. Creo que nada estará ya nunca a la altura de la caída de Cadia, la Cicatrix Maledictum, la llegada del primarca Guilliman y, sobre todo, la llegada de Belisarius Cawl y sus primaris. Pero lo que estamos viviendo tampoco es moco de pavo: un nuevo semidiós del Caos (aunque en mi opinión Vashtorr esté pasando un poco sin pena ni gloria) y la vuelta de otro primarca leal. También hay un nuevo primarca caótico, Angron, aunque éste sí que ha pasado casi desapercibido, ya que su llegada al trasfondo ha sido casi anecdótica, y su miniatura y concepto de personaje es muy similar al de un devorador de almas. Probablemente el primarca con menos personalidad de todos los que hemos visto hasta ahora, al menos respecto a lo que se ha convertido: es como Hulk, casi indestructible y sólo pensando en matar. Al principio te hace gracia, pero luego ya cansa.
O sea, un buen meneo al trasfondo acompañando a la nueva edición. Igual que de séptima a octava.
A mí Lion el’Jonson nunca me cayó demasiado bien: no me mola ese aire de superioridad total que se contagia al resto de sus hijos. Pero bueno, esto ya son gustos. La realidad es que su llegada es un terremoto, al menos en trasfondo. En el juego creo que no será para tanto. Vaya por delante que yo desde Magnus he defendido que NO DEBERÍA HABER PRIMARCAS EN WH40K, ni leales ni caóticos ni nada. Por mucho que molen sus miniaturas, éstas deberían estar sólo para coleccionar, para lucir en la vitrina. Aunque sólo sea por coherencia con el trasfondo, si un primarca está en mesa no debería haber victoria posible para el jugador oponente, salvo si también dispone de un primarca (o gente que juegue en la misma liga, rollo Rey Silente, Avatar de Khaine o similares), y en esos casos ya no hay batalla alguna, sólo un duelo entre colosos al estilo «rasca y pica» de los Simpsons.
¿Y por qué es un terremoto en el trasfondo? Pues porque al contrario de lo que pasa con los primarcas caóticos, que total, uno más o uno menos no cambia el hecho de que el Caos sigue ganando poco a poco merced a los malvados planes de Abaddon, un primarca leal supone muchas cosas: ¿cómo es recibido en el Imperio, y más ahora que Guilliman es el regente? ¿Cómo recibe el propio primarca el estado actual del Imperio 10k años después, con una Cicatrix Maledictum que lo parte en dos y mogollón de xenos hostigándole, y cuál es su reacción al respecto? ¿Qué ocurre con sus hijos, con los Capítulos de marines que descienden genéticamente de él, y en particular con el Señor del Capítulo, que lógicamente pasa a ser un segundón cuando hasta ahora era el rey del mambo?
De momento sabemos muy poco, tan sólo los escasos detalles sobre su entrada en escena en el colofón del arco argumental de Arcas del Augurio. Próximamente sabremos más, con la publicación de novelas, y sospecho que sobre todo con la nueva edición.
En cualquier caso, lo que sí se agradece es que haya un avance de trasfondo importante, que se aleje de lo que estamos acostumbrados. Lo que me lleva al siguiente punto.
Un breve comentario acerca del trasfondo
Estoy un poco bastante cansado de la dinámica de GW con el trasfondo. Hay muchas novedades, pero el patrón suele ser más o menos el mismo de siempre.
En primer lugar, aunque le dan un tímido espacio a los xenos, su protagonismo brilla por su ausencia. Los «malos» o enemigos a batir de la novena edición iban a ser los necrones, y aunque sí recuperaron un protagonismo en el juego que habían perdido, en el trasfondo han pasado más bien de puntillas. En esta décima edición se nos anuncia la Cuarta Guerra Tiránida y parece que los tiránidos van a ser los protagonistas, pero permitidme que lo dude. Al final, Abaddon siempre será la gran amenaza, y el Imperio de la humanidad el centro del trasfondo; y más habiendo llegado un nuevo primarca.
Ojalá me equivoque, porque siempre he dicho que para mí los Tiránidos son el archienemigo perfecto, y sin duda mis favoritos en este sentido, más incluso que el Caos.
Hablando de Tiránidos, no quiero dejar de comentar que también va a ser una enorme novedad a nivel de juego y hobby: la renovada gama de miniaturas supondrá un hito para todos sus coleccionistas y jugadores. Pero de esto ya hablaremos más cuando tengamos más datos.
En segundo lugar, por el patrón de las grandes batallas. Básicamente hay dos opciones:
- O ataca el Imperio, y alguna vez gana pero no gana en realidad, porque las bajas son enormes y porque el personaje del Caos en cuestión al final se sale con la suya (una nota: esta frase la escribí ANTES de la publicación del podcast de Arcas del Augurio 5 publicado el pasado sábado, ¿y qué pasó en él? Pues eso. Echadle una escucha porque no tiene desperdicio).
- O ataca el Caos y el Imperio SIEMPRE pierde, salvo si llegan refuerzos a última hora, siendo estos refuerzos de cualquier naturaleza, incluso caóticos.
Lo del ataque a la Roca es de traca. ¿Tan difícil era que los Ángeles Oscuros simplemente ganasen, aunque fuese a un altísimo coste? ¿De verdad tiene que llegar Belakor a sacarles las castañas del fuego?
Otro ejemplo es la Devastación de Baal, y aquí voy a aprovechar para intentar (casi seguro que inútilmente) desterrar una idea que está demasiado implantada en el fandom: Kabanda NO ayudó a los Sangrientos contra los tiránidos. Mephiston se marcó «un Gandalf» con una arriesgada maniobra psíquica y EVITÓ que el gran demonio de Khorne apareciese donde quería, y luego hubo el sacrificio de varios capítulos sucesores para frenarle los pies. Sí es verdad que la repentina irrupción de la Cicatrix ralentizó temporalmente el ataque tiránido, pero eso nunca se puede considerar como una ayuda caótica realizada a propósito. Y Guilliman sólo llegó a tiempo de rematar las últimas fuerzas tiránidas, cuando ya estaba todo el trabajo hecho: en sus propias palabras, Dante y compañía habían detenido (llamémoslo victoria pírrica) a la flota enjambre Leviatán.
Pero nada, oye, parece que no es posible simplemente que el Imperio se defienda y gane. Otros ejemplos los tenemos en la Guerra de Charadon o en Vigilus. No sé, a mí ya me cansa un poco, siempre es lo mismo.
También hecho en falta la muerte de algún vip, del bando que sea. Creo que sólo con la excepción de algún personaje de la Guardia Imperial o de los Tau, y siempre siendo pérdidas «asumibles» y poco notables. No entiendo por qué GW no lleva el dramatismo al siguiente nivel y se carga a alguien importante, eso no implicaría dejar de jugar con la miniatura, en cualquier caso. Un buen ejemplo lo tenemos en Yarrick, aunque sigue sin estar claro qué le ha pasado realmente. Estoy un poco harto de tirar del horno belisario o la primarización para justificar la segunda vida de muchos personajes, para qué hablar de resurrecciones o personajes directamente inmortales por ser demonios, que hacen que cualquier derrota sufrida no sirva para nada al final.
Y hablando de personajes que parecen inmortales…
Dante
Aunque también era esperado, sobre todo por nosotros, los fans de los Sangrientos, su llegada ha sido una sorpresa, parece ser que también para GW, que se ha visto forzada a adelantar su lanzamiento.
De la mini ya hablé en el Twitch de La Voz de Horus. A modo de resumen, diré que me gusta pero que creo que ha sido una oportunidad perdida, porque esperaba algo un poco más épico.
De la hoja de datos prefiero no hablar porque no sirve para nada: a esta edición le quedan dos telediarios, y por tanto estas reglas son muy temporales. Yo no voy a jugarlas.
Ahora bien, diré que si tuviese que hablar me cabrearía. El tratamiento de GW es bastante pobre, y ya van dos (estoy pensando en Mephiston). La primarización no puede ser sólo mejorar los ataques y las heridas en 1, se supone que el personaje mejora en líneas generales. Así ha pasado con otros personajes importantes de otros capítulos. Por ejemplo Azrael: su espada mejora en Fuerza y en Daño. Kayvaan Shrike mejoró sutilmente sus armas, pasando de ser 1D3 a daño plano 2. Tigurius aprendió una habilidad nueva muy útil.
Dante sigue con un ridículo daño 2 (ridículo por dos motivos: porque es un personaje orientado a ir al cuerpo a cuerpo, que para eso lleva retros y es el líder de un capítulo orientado a ir al asalto, y porque es igual que un hacha encarmine, las que lleva la Guardia Sanguinaria, sólo mejora en 1 la Fuerza -casi irrelevante con el +1 a herir- y la FP). Para llamarse Mortalis, no es un hacha muy mortal, precisamente… la típica regla de hacer mortales al 6 al herir, o algo así, no le habría venido nada mal. También sigue aportando 1 humillante Punto de Mando. Las comparaciones son odiosas pero necesarias: Azrael aporta 2, Marneus Calgar aporta 2. Dante es el regente imperial en el Imperio Nihilus, el marine leal vivo (no medio muerto en un dread) más longevo de la galaxia, y un consumado táctico que ha liderado cientos de batallas importantes. Y cuesta 175 puntazos, no nos olvidemos. Me podéis vender que es un marine más de acción, en cuyo caso debería mejorarse su hacha; me podéis vender que es un personaje más de apoyo, en cuyo caso debería aportar 2 PMs. Pero se queda a medias en ambos aspectos.
Sí, le han mejorado su pistola. ¿Recordáis que cuando contamos las reliquias de un códex siempre contamos lo absurdo de las pistolas reliquia? Pues eso. Ahora la pistola hace algo más de daño, tiene algo más de alcance (pero sigue sin poder usarla entrando por DR) e impacta a todo lo que pille por medio, que no será mucho teniendo 9″ de alcance, pero vale. Personalmente, hubiese preferido que costase 5 puntos menos y que volviese a la pistola de fusión de siempre.
Pero bueno, todo esto no vale para nada porque la Décima ya está ahí, y el papel de Dante tendrá que adaptarse, como el de todos. Por ejemplo, ahora que no va a haber auras, o al menos no se van a aplicar igual, habrá que ver cómo queda su rasgo de Señor de la Guerra. Así que está por ver si es jugable o no.
En cuanto al trasfondo, poco puedo decir partiendo de la base de que Dante es mi personaje favorito y con el que más me identifico. Cierto es que no hay un relevo evidente en el Capítulo, y que tras la primarización está justificado que su castigado cuerpo aguante unos siglos más de combates. Así que oye, yo encantado de que el viejo Dante siga repartiendo estopa.
Lo que sí espero con ansia es un avance en el trasfondo del Sanguinor: tal vez que se aclare su naturaleza, que adquiera más protagonismo o lo que sea. No tenemos primarca vivo, pero como avatar suyo podría ser un personaje muy pero que muy potente. Ya veremos.
Conclusión
Sea como fuere, está claro que estamos viviendo muchísimas novedades que no dejarán indiferente a nadie. 2023 está siendo un año interesantísimo, siendo para mí la Décima la noticia más importante dentro de este hobby. Estoy deseando catarla.
Pero sobre todo, es tiempo de disfrutar. Te importen más o menos los marines espaciales y su trasfondo, seas un aficionado más de trasfondo, de juego o de hobby, espero que estés viviendo esta época con la misma ilusión que yo.
Cuando has mencionado que no hay relevo evidente en el capítulo me he acordado del pobre y abandonado Karlaen, que por no estar, no estuvo ni en la Devastación de Baal (lo castigaron una vez más a la ignominia). ¿Crees que es posible que eventualmente rescaten a ese personaje, o te parece más carne de «pseudo-vip» que usar cuando convenga matar a alguien importante pero no mucho?
¿Podrá ser el index (o como se llame) de 10ª el fin de Tycho? Ya han ido avisando que nos vayamos olvidando de minis que no estén a la venta, pero como en el suplemento de 9ª le dedicaron una ilustración nueva a doble página tan tremenda…
¡Saludos!
Karlaen fue un intento de inventarse un personaje nuevo y darle personalidad para vender la mini del capitán martillero de los AS, pero luego fue desechado. No creo ni que sea pseudo-vip, para eso ya están usando al capitán de la segunda compañía, el capitán Aphael. Que milagrosamente sobrevivió a la batalla de Rocainfame.
Y sí, yo creo que a Tycho ya le ha llegado la hora. Ya tardaba.
Pero bueno, veremos…