En vista de algunos comentarios (podéis consultarlos abajo) me estoy dando cuenta de que el planteamiento original de este artículo no ha sido el más acertado, ya que puede dar lugar a malentendidos o a que alguien pueda sentirse ofendido.
Desde luego si algo quiero para la Taberna es que sea un sitio de debate y buen rollo, y si algún artículo pone eso en peligro, entonces prefiero retirarlo y aquí paz y después gloria. Como le digo a Will of Steel, rectificar es de sabios, y eso es lo que hago eliminando su contenido.
Si alguno llega tarde a leerlo, le resumo de lo que iba: criticaba la actitud de un tío que se operó de forma masiva persiguiendo un aspecto muy… dejémoslo en particular, y que se gasta un pastón al mes en mantener esa apariencia. Y decía que me parecía muy peligroso que se le etiquetase de friki (de ahí el título del artículo), cuando para mí ser un friki es ser un jugón, un fan, un consumidor de ocio y de cultura.
Mi intención en ningún momento fue faltarle al respeto a nadie (ni particular ni colectivos), tan sólo manifestar mi opinión, con la que se podrá estar de acuerdo o no. En caso de duda al respecto, como digo, prefiero eliminarlo y que no haya malos rollos. He creado este blog para que haya debates y contenidos interantes, no polémicas.
En próximos artículos volveremos a hablar de juegos, que es lo nuestro. 🙂
No se si es un friki o no (creo que si él dice que sí nadie puede decir lo contrario), pero desde luego es una persona que ha elegido libremente lo que quiere hacer con su cuerpo y merece todo el respeto que le estáis negando. No es ningún imbécil ni es un error gastarse el dinero que le venga en gana, porque es suyo. Simplemente es una persona que ha elegido hacer algo no normativo y excéntrico, lo cual asusta nuestro conservadurismo, pero no tiene nada de malo.
Por cierto, yo soy un friki y estoy orgulloso (tanto que mi blog se llama Orgulo Freak, término que acuñamos para un fotolog anterior a la creación del día del orgullo friki). Creo que el que se haya usado el término de forma peyorativa (realmente viene de un insulto en inglés o una forma despectiva de hablar de la gente con deformidades físicas, como me imagino todos ya sabéis) creo que hace importante este orgullo, ya que es una forma de normalización y reivindicación de algo que no tiene nada de malo, al igual que cualquier otra afición. Los que jugábamos a rol (creo que debemos tener una edad similar) cuando aquello mataron a un señor en la para del autobús en los 90, sabemos bien lo que es que la sociedad crucifique tu forma de divertirte (lo de la ballena azul es una chorrada comparado con lo que aguantamos en aquel tiempo).
Creo que precisamente esa relación que desde la sociedad se hace entre todo lo raro y estrafalario y lo friki es un síntoma de la necesidad de llevar a orgullo nuestro frikismo y enseñárselo al mundo. Por supuesto a mi también me da rabia todo esto como a ti, pero creo que lo enfocas de forma equivocada. No es problema de que el tipo haga lo que le dé la gana, el problema es nuestra sociedad conservadora e inmovilista que se asusta de todo lo que es distinto y debe ponerle una etiqueta, a ser posible peyorativa.
Respeto por las decisiones personales de cada persona y compresión hacia los que no se rigen por la norma establecida. Creo que esa es la reivindicación general de mi comentario, ya que creo que faltan en este artículo.
Evidentemente mi comentario es crítico y disiente diametralmente de lo expuesto en la entrada, pero espero que se vea que no pretende faltar al respeto, solo dar otro punto de vista .
Saludos de otro asturiano
Gracias por tu comentario Will. No conocía tu blog, pero le estoy echando un vistazo y tiene muy buena pinta, me lo guardo en mis feeds.
Habiendo ya dos personas que reivindican un respeto que no encuentran en el artículo, me estoy dando cuenta de que me he equivocado en el planteamiento. Una cosa es despotricar y opinar, y otra que alguien pueda sentirse ofendido, directa o indirectamente. No cambio de opinión, pero me la reservaré para las cañas con los amigos.
Mi intención es que la Taberna sea un espacio de debate, pero sobre todo de buenrollismo. Si un artículo rompe con esta dinámica, entonces mejor no publicarlo.
Rectificar es de sabios, así que ahora mismo voy a editarlo para que no vaya a mayores. No elimino el artículo para que los comentarios sigan disponibles.
¡Hasta la próxima!
Gracias por tus comentarios sobre el blog.
No sabes que gustazo ha sido poder discrepar de algo sin que se monte la marimorena y recibiendo una respuesta tan educada y civilizada. Un placer absoluto.
Saludos!
Editado.
Hombre, es lo que debería ser normal, ¿no? Las cosas se hablan y ya está. No es más que un artículo de opinión, no tiene mayor importancia. Hay otros 95 mucho más interesantes. 🙂
Por supuesto, debería ser lo normal. Pero ya sabes como son las cosas por estos mundos de Internet…
Y por supuesto, el blog está genial, lo descubrí hace poco por la Voz de Horus y disfruto leyéndolo
Sí, ya he visto que también le das al wh40k. ¡Buenos tiempos para el juego! Precisamente el próximo artículo será el segundo de la serie de qué esperamos para la octava.
No se si es un friki o no (creo que si él dice que sí nadie puede decir lo contrario), pero desde luego es una persona que ha elegido libremente lo que quiere hacer con su cuerpo y merece todo el respeto que le estáis negando. No es ningún imbécil ni es un error gastarse el dinero que le venga en gana, porque es suyo. Simplemente es una persona que ha elegido hacer algo no normativo y excéntrico, lo cual asusta nuestro conservadurismo, pero no tiene nada de malo.
Por cierto, yo soy un friki y estoy orgulloso (tanto que mi blog se llama Orgulo Freak, término que acuñamos para un fotolog anterior a la creación del día del orgullo friki). Creo que el que se haya usado el término de forma peyorativa (realmente viene de un insulto en inglés o una forma despectiva de hablar de la gente con deformidades físicas, como me imagino todos ya sabéis) creo que hace importante este orgullo, ya que es una forma de normalización y reivindicación de algo que no tiene nada de malo, al igual que cualquier otra afición. Los que jugábamos a rol (creo que debemos tener una edad similar) cuando aquello mataron a un señor en la para del autobús en los 90, sabemos bien lo que es que la sociedad crucifique tu forma de divertirte (lo de la ballena azul es una chorrada comparado con lo que aguantamos en aquel tiempo).
Creo que precisamente esa relación que desde la sociedad se hace entre todo lo raro y estrafalario y lo friki es un síntoma de la necesidad de llevar a orgullo nuestro frikismo y enseñárselo al mundo. Por supuesto a mi también me da rabia todo esto como a ti, pero creo que lo enfocas de forma equivocada. No es problema de que el tipo haga lo que le dé la gana, el problema es nuestra sociedad conservadora e inmovilista que se asusta de todo lo que es distinto y debe ponerle una etiqueta, a ser posible peyorativa.
Respeto por las decisiones personales de cada persona y compresión hacia los que no se rigen por la norma establecida. Creo que esa es la reivindicación general de mi comentario, ya que creo que faltan en este artículo.
Evidentemente mi comentario es crítico y disiente diametralmente de lo expuesto en la entrada, pero espero que se vea que no pretende faltar al respeto, solo dar otro punto de vista .
Saludos de otro asturiano
Gracias por tu comentario Will. No conocía tu blog, pero le estoy echando un vistazo y tiene muy buena pinta, me lo guardo en mis feeds.
Habiendo ya dos personas que reivindican un respeto que no encuentran en el artículo, me estoy dando cuenta de que me he equivocado en el planteamiento. Una cosa es despotricar y opinar, y otra que alguien pueda sentirse ofendido, directa o indirectamente. No cambio de opinión, pero me la reservaré para las cañas con los amigos.
Mi intención es que la Taberna sea un espacio de debate, pero sobre todo de buenrollismo. Si un artículo rompe con esta dinámica, entonces mejor no publicarlo.
Rectificar es de sabios, así que ahora mismo voy a editarlo para que no vaya a mayores. No elimino el artículo para que los comentarios sigan disponibles.
¡Hasta la próxima!
Gracias por tus comentarios sobre el blog.
No sabes que gustazo ha sido poder discrepar de algo sin que se monte la marimorena y recibiendo una respuesta tan educada y civilizada. Un placer absoluto.
Saludos!
Editado.
Hombre, es lo que debería ser normal, ¿no? Las cosas se hablan y ya está. No es más que un artículo de opinión, no tiene mayor importancia. Hay otros 95 mucho más interesantes. 🙂
Por supuesto, debería ser lo normal. Pero ya sabes como son las cosas por estos mundos de Internet…
Y por supuesto, el blog está genial, lo descubrí hace poco por la Voz de Horus y disfruto leyéndolo
Sí, ya he visto que también le das al wh40k. ¡Buenos tiempos para el juego! Precisamente el próximo artículo será el segundo de la serie de qué esperamos para la octava.
Me encanta cuando Brottor lanza la mierda contra el ventilador. Pasa poco, pero cuando pasa es brutal xD
En cuanto al princeso elfo este, pues lo mismo que las que hacen lo mismo para parecerse a Barbies. Es terrible como poco…
Aunque no lo parezca, no me gusta que la taberna sea un lugar de polémica. Pero un desahogo de vez en cuando es necesario.
Cada vez me gustan más estos artículos de opinión de la taberna, porque me dan oportunidad de polemizar con Brottor, actividad (la discrepancia argumental) que, se comenta, se encuentra entre los rasgos de carácter de este gnomo.
A ver, hay que ser extremadamente cauto con la cuestión de juzgar cómo una persona en particular quiera transformarse. Nuestra historia está tristemente plagada de ejemplos en los que este tipo de formas de expresión han supuesto un calvario para sus pioneros. Siempre se les ha tratado de degenerados, excéntricos, chiflados o caprichosos; ahora la palabra tristemente de moda con tintes peyorativos es ‘friki’ (qué le vamos a hacer).
Yo pido un poco de respeto para lo que este señor crea que quiere hacer con su cuerpo. Si se siente árbol y quiere plantarse hojas en el cogote, amigos de la taberna, a lo mejor lo más conveniente es dejarle que se plante en el jardín de su casa y viva su vida feliz, que no hace daño a nadie, en vez de intentar decirle lo que es o no ‘normal’.
Hoy mismo todavía hay gente que insiste en querer decirle a los demás los colores de los que se puede pintar el pelo, cuánto metal se puede colgar de sus apéndices, o de que sexo se tiene que sentir. Puede parecer que este caso no tiene nada que ver, pero eso es una percepción meramente cultural; lo mismo en un par de generaciones hay miles de personas por ahí con orejas puntiagudas, y por entonces la gente lo percibe como normal y considera unos retrógrados a los que descalificaban a los pioneros.
Respetemos, amigos, respetemos.
Ya sabía yo que tenía que andar con pies de plomo en este artículo… no en vano lo he reescrito dos veces.
Sí, si yo respeto lo que este tipo haga con su cuerpo y con su dinero (creo que lo he dicho en alguna parte del artículo). Pero también manifiesto mi opinión, por otra parte igualmente respetable, y por si no ha quedado clara la resumo en dos conceptos:
1- Criticar los excesos, en este caso tanto de estética como monetarios. Excesos de un capricho por otra parte irrealizable. A ver, si tú ves por la calle a un tío vestido con unos pañales color beige y una tetera en la cabeza, probablemente pensarás que va ridículo, ¿no? Le respetas: no le insultas, no le agredes… pero piensas que va ridículo. Me da igual que sea la moda del siglo XXIII, tú piensas (y con razón) que va ridículo; y probablemente que está chiflado. Y cuando hablas con la gente se lo comentas. Si encima te enteras de que gasta ese dineral al mes por ir con esa pinta… pues también lo comentas, claro.
Pues eso, decir que una persona desequilibrada está desequilibrada no es faltarle al respeto, es comentar un hecho que difícilmente se puede negar.
En cualquier caso una crítica es una opinión. Como dice nuestro colaborador Byor, las opiniones son como los culos: todos tenemos uno, y todos huelen mal.
2- Dejar claro que los frikis no son/somos así. Que no tiene nada que ver una cosa con la otra. Cuidado porque sí se hace daño indirectamente a la gente, aunque no se pretenda, y en este caso hablo de nuevo del concepto «orgullo friki» de la página en cuestión. Mira, no he querido hablar del maldito crimen del rol, precisamente por no remover la mierda, pero supongo que estamos de acuerdo en que eso hizo mucho daño a la comunidad rolera. Evidentemente no es lo mismo, pero supongo que ves por donde voy: es peligroso meter en un mismo saco a un chiflado y a un colectivo de personas sólo porque tienen un denominador común, en este caso los elfos.
Lo que sí quiero que quede muy claro es que no le he dicho a nadie lo que debe o no debe hacer, ni he hablado de orientaciones sexuales ni nada parecido. Hay una diferencia muy grande entre opinar acerca de los actos (indiscutiblemente excéntricos) de una persona y pretender obligarla a que no los ejerza; creo que no he hecho tal cosa.
Cada vez me gustan más estos artículos de opinión de la taberna, porque me dan oportunidad de polemizar con Brottor, actividad (la discrepancia argumental) que, se comenta, se encuentra entre los rasgos de carácter de este gnomo.
A ver, hay que ser extremadamente cauto con la cuestión de juzgar cómo una persona en particular quiera transformarse. Nuestra historia está tristemente plagada de ejemplos en los que este tipo de formas de expresión han supuesto un calvario para sus pioneros. Siempre se les ha tratado de degenerados, excéntricos, chiflados o caprichosos; ahora la palabra tristemente de moda con tintes peyorativos es ‘friki’ (qué le vamos a hacer).
Yo pido un poco de respeto para lo que este señor crea que quiere hacer con su cuerpo. Si se siente árbol y quiere plantarse hojas en el cogote, amigos de la taberna, a lo mejor lo más conveniente es dejarle que se plante en el jardín de su casa y viva su vida feliz, que no hace daño a nadie, en vez de intentar decirle lo que es o no ‘normal’.
Hoy mismo todavía hay gente que insiste en querer decirle a los demás los colores de los que se puede pintar el pelo, cuánto metal se puede colgar de sus apéndices, o de que sexo se tiene que sentir. Puede parecer que este caso no tiene nada que ver, pero eso es una percepción meramente cultural; lo mismo en un par de generaciones hay miles de personas por ahí con orejas puntiagudas, y por entonces la gente lo percibe como normal y considera unos retrógrados a los que descalificaban a los pioneros.
Respetemos, amigos, respetemos.
Ya sabía yo que tenía que andar con pies de plomo en este artículo… no en vano lo he reescrito dos veces.
Sí, si yo respeto lo que este tipo haga con su cuerpo y con su dinero (creo que lo he dicho en alguna parte del artículo). Pero también manifiesto mi opinión, por otra parte igualmente respetable, y por si no ha quedado clara la resumo en dos conceptos:
1- Criticar los excesos, en este caso tanto de estética como monetarios. Excesos de un capricho por otra parte irrealizable. A ver, si tú ves por la calle a un tío vestido con unos pañales color beige y una tetera en la cabeza, probablemente pensarás que va ridículo, ¿no? Le respetas: no le insultas, no le agredes… pero piensas que va ridículo. Me da igual que sea la moda del siglo XXIII, tú piensas (y con razón) que va ridículo; y probablemente que está chiflado. Y cuando hablas con la gente se lo comentas. Si encima te enteras de que gasta ese dineral al mes por ir con esa pinta… pues también lo comentas, claro.
Pues eso, decir que una persona desequilibrada está desequilibrada no es faltarle al respeto, es comentar un hecho que difícilmente se puede negar.
En cualquier caso una crítica es una opinión. Como dice nuestro colaborador Byor, las opiniones son como los culos: todos tenemos uno, y todos huelen mal.
2- Dejar claro que los frikis no son/somos así. Que no tiene nada que ver una cosa con la otra. Cuidado porque sí se hace daño indirectamente a la gente, aunque no se pretenda, y en este caso hablo de nuevo del concepto «orgullo friki» de la página en cuestión. Mira, no he querido hablar del maldito crimen del rol, precisamente por no remover la mierda, pero supongo que estamos de acuerdo en que eso hizo mucho daño a la comunidad rolera. Evidentemente no es lo mismo, pero supongo que ves por donde voy: es peligroso meter en un mismo saco a un chiflado y a un colectivo de personas sólo porque tienen un denominador común, en este caso los elfos.
Lo que sí quiero que quede muy claro es que no le he dicho a nadie lo que debe o no debe hacer, ni he hablado de orientaciones sexuales ni nada parecido. Hay una diferencia muy grande entre opinar acerca de los actos (indiscutiblemente excéntricos) de una persona y pretender obligarla a que no los ejerza; creo que no he hecho tal cosa.
Eso no es ser friki… eso es ser gilipollas. Toda esa gente que modifica su imagen a niveles tan bestias ¿qué trabajo esperan conseguir? ¿como sabrán si las personas a su alrededor están ahí por su personalidad o por su imagen? ¿qué pasa si un dia te despiertas y al mirarte en el espejo ya no te gustas?
Lo encuentro flipante. Y me parece muy acertado tu planteamiento.
Gracias Lord Mikal, me alegra que lo encuentres acertado.
Si al levantarte por la mañana te miras en el espejo y no te gusta, puedes teñir/tatuar tu piel de negro, llamar a tu casa Villa Menzoberranzan y esperar a ser devorado por una araña gigante.
XD
Eso no es ser friki… eso es ser gilipollas. Toda esa gente que modifica su imagen a niveles tan bestias ¿qué trabajo esperan conseguir? ¿como sabrán si las personas a su alrededor están ahí por su personalidad o por su imagen? ¿qué pasa si un dia te despiertas y al mirarte en el espejo ya no te gustas?
Lo encuentro flipante. Y me parece muy acertado tu planteamiento.
Gracias Lord Mikal, me alegra que lo encuentres acertado.
Si al levantarte por la mañana te miras en el espejo y no te gusta, puedes teñir/tatuar tu piel de negro, llamar a tu casa Villa Menzoberranzan y esperar a ser devorado por una araña gigante.
XD