Alfonso se desespera. Sólo le quedan 20 hombres. Son buenos soldados, los mejores, pero sus enemigos son demasiados. Huyen por el bosque, su única esperanza es hacerse fuertes en la colina y esperar a que los Templarios envíen refuerzos. Ha enviado a su hombre más rápido para pedirles ayuda, todo depende de ello.
Por suerte cuenta con su gran campeón: Gualdim Pais. Es su amigo desde la infancia, su hermano. Y un guerrero formidable. Si salen vivos de ésta le nombrará caballero, se lo ha ganado con creces.
Llegan a lo alto de la colina y forman en círculo. Sus hombres intentan dejar en el medio a Alfonso, pero éste se niega: son necesarias todas las espadas, la suya también. Si va a morir, al menos que sea luchando.
Ya llegan los sarracenos. Les rodean sin problemas, son muchísimos. No hay posibilidad alguna de victoria. Ya llegan…
Castillo de Tomar. Nada que ver con la batalla, salvo el hecho de que lo construye Gualdim Pais. Pero es que mola tanto que quería poner la foto.
La batalla de Ourique
Me sorprendo a mí mismo al darme cuenta de que llevo unos cuantos artículos y todavía no he hablado de los Templarios, una de las organizaciones más fascinantes de la Historia. He escogido para ello una de esas batallas en las que hay una inferioridad numérica apabullante, que siempre me han atraído.
Por desgracia, esta batalla está envuelta en las brumas del pasado. Hay pocos datos al respecto, y lo poco que se sabe es como mínimo muy poco fiable. Como ya pasó con la de Covadonga, con la que comparte muchas similitudes (una batalla contra un ejército musulmán muy superior en número que supone la fundación de un reino), tendremos que fiarnos de los datos que tenemos y sacar nuestras propias conclusiones.
El contexto es el siguiente: en el año 1139 Portugal es un condado del reino de León. Aunque poco a poco va ganando identidad política propia. Alfonso Enríquez es el segundo conde del Condado Portucalense de la Casa de Borgoña. Se ha enfrentado a su madre, que está bajo la influencia del obispo Gelmírez de Santiago y representa por tanto a Galicia (es decir, al reino de León), afianzando su autoridad sobre el condado (aunque previamente ha jurado lealtad al rey Alfonso de León).
Desde entonces ha tenido una intensa actividad bélica, expandiendo sus dominios por la fuerza de las armas. Y en esas se encuentra: ha acudido con sus hombres en una expedición de saqueo contra tierras de los almorávides. Pero la cosa ha salido mal, y se encuentra con un enorme ejército.
El ejército de los 5 reyes
Lo cierto es que no se conocen cifras, ni tampoco los nombres de los 5 reyes musulmanes.
Sin embargo, no hay motivos para considerar esta información como falsa. Nos encontramos en la época de los reinos de taifas, por lo que un «rey» puede ser simplemente el gobernante de una ciudad, que acude con sus tropas.
Lo que sí es seguro es que este ejército musulmán es muy superior en número al de Alfonso, que se ve forzado a retirarse y a pedir ayuda a la orden Templaria. Una de las fuentes que he consultado afirma que se piden refuerzos al castillo de Soure, pero lo veo poco probable: hay 320 km entre Soure y Ourique.
Leyendas de la batalla
A partir de aquí, todo son especulaciones. Así que toca hablar de leyendas.
La primera de ellas es que sólo hubo 7 supervivientes: el propio Alfonso, su campeón Gualdim Pais y otros 5 valientes. Tan sólo quedaban ellos en pie cuando llegaron los refuerzos templarios a la que, desde entonces, se conoce como colina de la Cabeza de Rey.
La segunda es la supuesta fecha: el 25 de julio… día de Santiago. ¿Casualidad? Por si alguien no lo pilla, Santiago es el patrón de Galicia, y en la época se le atribuye al santo varias victorias contra los musulmanes (Santiago Matamoros). Esta fecha le confiere a la batalla un carácter místico / político: el propio patrón de Galicia da su bendición al conde de Portugal. Lo que nos lleva a la tercera leyenda.
Aunque ésta fue forjada varios años después, pero no deja de ser importante. Y es el carácter religioso de la batalla. Alfonso habría tenido una visión de Jesucristo y varios ángeles, que le decían que bajo la señal de la cruz vencería (in hoc signo vinces). Lo que resulta calcado de la batalla del puente Milvio en el 312 entre Majencio y Constantino el Grande. El caso es que esta leyenda le daría al origen de Portugal un carácter religioso, con la importancia que ello tenía en la época.

¿Victoria?
De nuevo la falta de datos concretos hace que haya que imaginar muchas cosas. En la historia portuguesa, Ourique fue una victoria total, pues Alfonso se impone sobre fuerzas muy superiores.
En mi opinión esta victoria es muy relativa: en primer lugar no se ha ganado nada, ni terrenos ni botín, lo único que se ha conseguido es que un personaje (importante, eso sí) sobreviva a una masacre. En segundo lugar, veo bastante probable que con la llegada de los refuerzos Templarios las tropas musulmanas se batiesen en retirada; no sé hasta qué punto esto puede considerarse una victoria. Insisto: hay mucha leyenda y poco dato fiable.
Lo que sí es seguro es que Alfonso sale reforzado de esta batalla. Es desde este momento en que se empieza a llamar a sí mismo como rey de Portugal; al menos de forma oficial, pues anteriormente nunca había usado el título de conde. Y la cosa va a cuajar, pues nadie se lo discute: 40 años después, el Papa reconocerá este título.
El rey Alfonso de León no tiene nada que decir, de hecho hasta le viene bien: sus pretensiones son las de ser Emperador de los reinos cristianos, por lo que tener como vasallo a un rey es parte del plan.
Así pues, como avanzaba antes, Ourique es la batalla fundacional del reino de Portugal. Por cierto, que los cinco escudetes que aparecen en su escudo representan precisamente a los 5 reyes musulmanes derrotados por Alfonso Enríquez.
Pero la batalla tiene otra consecuencia muy importante: fiel a su promesa, Alfonso nombra caballero a Gualdim Pais tras la batalla.
El escudo de Portugal
Gualdim Pais y los Templarios en Portugal
Estamos hablando de un VIP. Así, con mayúsculas. Tras la batalla, Gualdim se va a Palestina durante 5 años, militando en la Orden del Temple. A su vuelta es nombrado Gran Maestre de la Orden en Portugal; al parecer, con la misteriosa misión de afianzar el Temple en el país y de protegerlo, siendo de una importancia capital.
Así lo hizo: Gualdim fundó el castillo de Tomar y el convento de Cristo, además de participar en más batallas contra los almohades.
Lo cierto es que la Orden del Temple y Portugal avanzarán en la Historia de la mano. Los Templarios han participado, como hemos visto, en el nacimiento de Portugal, y seguirán participando activamente durante el proceso de (re)conquista hacia el sur. Igualmente, Portugal será refugio de la Orden cuando ésta sea exterminada el famoso 13 de octubre (que siendo viernes dio origen al funesto viernes 13). El rey de Portugal transformará el Temple en la Orden de los Caballeros de Cristo, que heredará todas las posesiones de los Templarios. Así que si la Orden pudo sobrevivir, fue en (y gracias a) Portugal.
Muchos son los misterios que se ocultan en Tomar. Símbolos alquímicos, representaciones como el Cristo luciferino (portador de luz), el baphomet (no os perdáis este interesante artículo de la wikipedia donde se habla largo y tendido de su significado), etc. De especial interés es la iglesia templaria de Nuestra Señora del Olivar, construida por Gualdim Pais, que decidió su lugar precisamente donde ya se habían celebrado cultos más antiguos, y que contiene una gran loseta que, se dice, se comenta, que lleva a una galería subterránea donde aguardan más secretos de la enigmática Orden. Incluso se dice que los Caballeros de Cristo podrían estar detrás del descubrimiento de América.
Interesante, ¿no?

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